A tres años de la sanción de la Ley Nacional de Salud Mental

A tres años de la sanción y promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental se reafirma la perspectiva abarcadora y humanizada que plantea la norma.

Tras la sanción y promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657, en noviembre y diciembre de 2010 respectivamente, y su reglamentación a través del Decreto Nº 603/2013, en mayo de este año, desde la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (DNSMyA) nos pusimos a trabajar de lleno en una tercera herramienta, que consideramos estratégica, para gestionar el cambio de paradigma que permitirá sustituir la lógica manicomial por un sistema respetuoso de los Derechos Humanos, inclusivo en lo social y plural en el abordaje de quienes atraviesan un proceso de padecimiento mental.

Hoy recordamos con alegría y emoción la promulgación de la Ley, junto a la reciente reglamentación y el flamante Plan Nacional de Salud Mental (PNSM), que orientará las acciones oficiales desde 2014 hasta 2020. Una herramienta que pretende convertirse en una política de Estado. Pero no a través de una "imposición" desde nuestras oficinas del edificio de la Avenida 9 de Julio. Sino a través del compromiso que sólo da la participación de todas las voces.

Y en eso estamos. La experiencia de trabajo territorial que acumulamos en estos años y, sobre todo, los Foros Regionales de Salud Mental y Adicciones que realizamos a lo largo de todo el país en forma permanente, dieron sustento a una dinámica de trabajo horizontal y sinérgica, que, promediando el año, se afianzó a través de una serie de encuentros para la construcción conjunta de este Plan.

En ellos, recibimos los aportes y sugerencias de otros organismos de la Nación, de las direcciones provinciales de Salud Mental y Adicciones, de universidades nacionales, de expertos argentinos y extranjeros, de asociaciones de profesionales y de trabajadores del sector, de organizaciones de la sociedad civil, entre ellas de las personas con problemáticas mentales y/o de adicciones y sus familiares.

El PNSM, que presentamos no casualmente el 8 de octubre pasado, en ocasión de celebrarse el del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre, se propone “proteger y promover” la salud mental de la población, jerarquizarla dentro del campo de la salud y disminuir la brecha detectada entre la necesidad y el acceso a la red de servicios.

En cuanto a su implementación, nos hemos propuesto tres líneas muy claras y definidas. La primera es la creación de mesas intersectoriales para la externación personas con internaciones crónicas en el sistema manicomial, tanto de los hospitales monovalentes como de aquellos hospitales polivalentes con servicios de salud mental, pero que funcionan como un monovalente, tanto en el ámbito público como privado, y en todas las jurisdicciones del país.

Otra prioridad es la creación y fortalecimiento de dispositivos intermedios con base en la comunidad, tales como centros de día, emprendimientos productivos enmarcados en la economía social, casas de convivencia y casas de medio camino, entre otros.

La tercera tiene que ver con llevar adelante acciones de comunicación para difundir los derechos de las personas con padecimiento mental, el paradigma de la Ley y las acciones necesarias para que como comunidad revisemos los preconceptos y falsas ideas acerca de la salud mental en general y de las personas con padecimiento mental en particular.

Invitamos a que el PNSM sea “apropiado” por las jurisdicciones y los territorios, y descontamos que la conformación de las instancias de gestión y control previstas en el Decreto reglamentario –la Comisión Nacional Interministerial, los Órganos de Revisión jurisdiccionales, el Consejo Consultivo integrado por usuarios y familiares- sumará dinamismo a las tareas que como comunidad tenemos por delante, porque hoy la salud mental ya no es cosa de locos, es cosa de todos.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación