Responsabilidad del Estado provincial por la deficiente atención brindada a la víctima por los dependientes de un hospital público ante una emergencia obstétrica.
Tribunal: Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de
Pergamino
Fecha: 2-dic-2013
Sumario:
1.-Corresponde confirmar la sentencia que hizo lugar a la
demanda por mala praxis, pues habiéndose producido una emergencia obstétrica,
el servicio del nosocomio funcionó deficientemente ya que no se arbitraron los
medios necesarios para proceder, con la urgencia que el caso requería, a
efectuar la operación de cesárea que resultara menester, y ese proceder tardío
poseyó nexo de causalidad con el resultado de muerte sucedido, desde que la
misma se realizó transcurridos más de treinta minutos, tiempo límite tras
detectarse la necesidad de la intervención quirúrgica.
2.-Quien contrae la obligación de prestar un servicio lo
debe realizar en condiciones adecuadas para llenar el fin para el que ha sido
establecido, siendo responsable de los perjuicios que causare su incumplimiento
o su irregular ejecución, lo que pone en juego la responsabilidad
extracontractual del Estado en el ámbito del derecho público.
3.-El nosocomio público se encuentra obligado
constitucionalmente a organizar el servicio de salud y frente a un deficiente
funcionamiento del mismo, el Estado responde directa y objetivamente, pues hace
a su propia función, y no a la actuación del profesional o dependiente.
4.-Si el servicio de salud brindado por el hospital público
no funcionó, funcionó mal o tardíamente, queda atrapada la responsabilidad del
Estado, pues parte de una situación objetiva de falta o deficiencia del
servicio que el Estado por mandato constitucional debe garantizar.
Fallo:
En la ciudad de Pergamino, el 02 de diciembre de 2013,
reunidos en Acuerdo Ordinario los Sres. Jueces de la Excma. Cámara de Apelación
en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial Pergamino, para dictar
sentencia en los autos N° 1782-13 caratulados "G., S. R. Y OTRA C/B., R.
H. Y OTROS S/DAÑOS Y PERJUICIOS", Expte. Nº 36.996 del Juzgado en lo Civil
y Comercial nº 1, se practicó el sorteo de ley que determinó que la votación
debía efectuarse en el siguiente orden: Dres. Hugo Alberto LEVATO y Graciela
SCARAFFIA, encontrándose excusado el Dr. Roberto Manuel DEGLEUE a fs. 984, y
estudiados los autos se resolvió plantear y votar las siguientes:
CUESTIONES:
I) ¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada?.
II) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?.
A la PRIMERA CUESTION el Señor Juez, Dr. Hugo Alberto LEVATO
dijo:
El Señor Juez de Primera Instancia falló en las presentes
actuaciones, haciendo lugar a la demanda instaurada por la parte actora,
condenando en consecuencia a la Dirección de Salud de la Provincia de Buenos
Aires y/o Provincia de Buenos Aires y/o Hospital Zonal de Agudos de Pergamino a
abonar a S. N. L. y S. R. G. las sumas de $ 300.000 y $ 180.000
respectivamente, aplicando las costas a los perdidosos y difiriendo la
regulación de honorarios. Asimismo, la rechazó en tanto dirigida contra Roberto
Bernarda y la citada en garantía La Uruguaya Argentina Compañía de Seguros,
imponiendo las costas a la parte actora.
Reguló honorarios a los letrados intervinientes y limitó el
derecho de los Dres. Eduardo Manuel Villalba, Martín Miguel Morales, Horacio
Raúl Villalba y Aníbal Fortunato Majul para reclamar y ejecutar honorarios
contra sus propios clientes.
Apelaron el apoderado de la Fiscalía de Estado de la
Provincia de Buenos Aires, el codemandado Roberto Bernarda y el representante
de la parte actora -Dr. Gabriel Pablo Caldentey-, quien por su propio derecho
recurrió los honorarios regulados a su favor por considerarlos bajos.
Expresaron los agravios la actora a fs.1009/11 vta., el
señor Roberto Bernarda a fs. 1012/14 vta. y el apoderado de la Fiscalía de
Estado de la Provincia de Buenos Aires a fs. 1015/21 vta.
Principia su crítica la accionante considerando bajos los
montos otorgados en sentencia a su parte por daño material, sosteniendo que el
arbitrio judicial debe estar sujeto a un criterio de apreciación objetivo y
subjetivo en forma completa.
Considera insuficiente la suma de $ 100.000 otorgada a cada
uno de los actores en concepto de Daño Material, menospreciándose de esa manera
las posibilidades de desarrollo, educación, formación e inserción social y
laboral de F. N. G.
Cita jurisprudencia que considera de aplicación.
Se agravia asimismo del punto VIII de la sentencia anterior
por cuanto consignara el a-quo en el mismo ".Atento que en la demanda no
se incluyó reclamo por intereses, no corresponde que se incluya tal rubro, ya
que ello implicaría condenar al demandado a una oligación que no fue motivo del
juicio.:". Afirma al respecto, que los intereses se encuentran
comprendidos en el concepto de daño indemnizable, que el daño es el todo y los
intereses son parte del todo, tal como establecen en tal sentido los arts.1069
y 1078 del Código Civil.
Sostiene que cuando se reclamó en demanda la indemnización
de los daños sufridos, su parte no renunció ni expresa ni tácitamente a ninguna
parte de los daños sufridos, y por tanto los intereses deben ser aplicados
".so pena de establecer una indemnización.que no resulte reparadora, ni
integral, ni plena.:". Cita jurisprudencia.
Solicita finalmente, se eleven los montos otorgados y se
apliquen intereses por resultar los mismos una parte de la indemnización.
A su turno, el codemandado Roberto Bernarda expresa sus
agravios tendientes a que se modifique el fallo anterior en relación a la
imposición de las costas a la parte actora, por el rechazo de la acción contra
su parte, peticionando se establezcan las mismas a cargo de la Dirección de
Salud de la Provincia de Buenos Aires y/o la Provincia de Buenos Aires y/o el
Hospital de Agudos de Pergamino.
Sostiene que los codemandados mencionados ut supra
resultaron condenados en costas y perdidosos en la causa y que ".entre mi
actuación y la del condenado en costas existió un litisconsorcio necesario, por
lo que, la Provincia de Buenos Aires debe hacerse cargo de las costas.".
Resalta que no fue sometido a juicio por su obrar y/o
comportamiento médico sino por el obrar de los codemandados y por tanto no
puede liberarse a los mismos de pagar las costas por su responsabilidad,
".ya que tuve que soportar ser traído injustamente al juicio por el obrar
del Hospital.:". Cita doctrina que considera de aplicación al caso y, solicita
en definitiva se modifique la condena en costas en lo concerniente al rechazo
de la acción contra su parte y se impongan a los codemandados perdidosos.
Formula Reservas Federales de recurrir por vía del artículo
14 de la Ley 48 ante la Corte Suprema de la Nación.
Por último, se presenta a expresar sus agravios el
representante de la Fiscalía de Estado.
Comienza su crítica resaltando que ".El a-quo para
determinar la responsabilidad de mi mandante ha partido desde premisas falaces.
Lo que hace que su razonamiento carezca de convicción para poder achacar de
modo alguno responsabilidad a mi representada.".
Afirma que, al analizar la actuación del personal en el acto
quirúrgico, omite el juzgador primero valorar las declaraciones testimoniales
del propio anestesista, Dr. Alcacer y de la enfermera de quirófano,
Sra.Margarita Durán de las cuales se desprende que sin ningún inconveniente se
habría podido dar comienzo en pocos minutos a la intervención quirúrgica
cesárea-, sin demorar más allá del tiempo normal que demandan las
circunstancias del caso para preparar el quirófano para un tipo de intervención
de urgencia como en el presente caso, situación fáctica coincidente con el
informe pericial médico.
Al referir a la corrección de horarios en la historia
clínica, constatada por el perito médico, destaca que éste carece de facultades
para evaluar tal hipótesis y que tampoco se obsreva la impugnación mediante la
redargución de falsedad de la Historia Clínica ".medio idóneo para
desvirtuar la veracidad de estos verdaderos instrumentos públicos.".
Aduce seguidamente que ".ha sido sentado como premisa
que en razón a la dificultad probatoria en este tipo de procesos.corresponde
recurrir a la llamada teoría de las cargas probatorias dinámicas.se acepta el
desplazamiento del "onus probandi" en forma excepcional.haciéndolo
recaer en cabeza de quien esté en mejores condiciones técnicas, profesionales o
fácticas para producir la probanzas.", citando doctrina y jurisprudencia
en apoyo de su postura.
Sostiene que no surgen elementos de información médica que
permitan demostrar negligencia de los facultativos ".ya que de la Historia
Clínica surge que fueron asentados todos los pormenores necesarios según la
ciencia médica, y que de los controles realizados, previo a la intervención y
conforme surge de la pericia médica lo adecuado era la indicación de la
cesárea.Es más, el obstetra ha sido absuelto de responsabilidad, por lo que
refleja la correcta prestación del servicio de salud.en el caso, se requiere
como paso previopara responsabilidad a nuestra mandante la acabada prueba de la
impericia o negligencia de los profesionales médicos, como presupuesto
ineludible para acreditar la responsabilidad directa del establecimiento
asistencial.". Cita jurisprudencia de la SCBA que considera de aplicación.
Remarca que en el caso de autos no se advierte ni
responsabilidad de los profesionales tratantes ni del Estado provincial por
cuanto solicita sea revocada la sentencia anterior.
Se agravia asimismo de la cuantificación de los montos
fijados en sentencia, que resultan a su criterio exorbitantes, ".sin dar
mayores precisiones respecto de como arriba a semejantes sumas dinerarias, o
por lo menos, sin satisfacer la exigencia de motivación fundada del fallo.".
Cita en tal sentido, antecedente jurisprudencial emanado de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Respecto del rubro daño material, afirma que poco ha dicho
el aquo respecto de las condiciones particulares de la familia de la víctima,
por lo que el monto otorgado deviene arbitrario, al no haberse analizado
".las posibilidades de productividad del cujus, la capacidad
socioeconómica, soslayando su realidad social.debió analizar el ambiente
sociocultural en que se estaba desarrollando para valorar las expectativas que
realmente podía alcanzar para poder estimar la cuantía de la verdadera chance
perdida por los actores de autos.".
Al abordar el rubro daño moral, señala que la cuantificación
del mismo se basa en citas jurisprudenciales, sin mayores evaluaciones que
logren justificarla, excepto la pericia psicológica que sostiene el aumento de
la cuantía correspondiente a la progenitora ".mas allá de que el mismo
resulta ser un caso de "prueba in re ipsa", dicho principio debe
regir para determinar la procedencia del rubro, no así para su cuantificación
monetaria.". Cita jurisprudencia.
Finalmente, hace reserva del Caso Federal y solicita sea
rechazada la demanda o en su defecto se modifiquen los montos indemnizatorios
fijados.
Conferidos los traslados pertinentes, obra contestación de
la parte actora a fs. 1023/6 vta.quedando incontestados respecto de los
demandados y la citada en garantía según constancias de fs. 1028.
Es menester principiar por el tratamiento del recurso
interpuesto por la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires.
En tarea, considero que resulta plenamente de aplicación al
caso que nos ocupa, el criterio reiteradamente expuesto por la Suprema Corte de
Justicia Provincial en supuestos que poseen analogía, habida cuenta que:
"El acatamiento que los tribunales hacen a la doctrina
legal de esta Corte responde al objetivo del recurso extraordinario de inap
licabilidad de ley, esto es, procurar y mantener la unidad en la
jurisprudencia, y este propósito se frustraría si los tribunales de grado,
apartándose del criterio de la Corte, insistieran en propugnar soluciones que
irremisiblemente habrían de ser casadas. Esto no significa propiciar un ciego
seguimiento a los pronunciamientos de esta Corte, ni un menoscabo del deber de
los jueces de fallar según su ciencia y conciencia, pues les basta -llegado el
caso-dejar a salvo sus opiniones personales." -cfr.SCBA, Ac 42965 S
27-11-1990 ; Ac 45768 S 22-9-1992 ; Ac 52258 S 2-8-1994 ; Ac 57981 S 27-12-1996
; Ac 58428 S 17-2-1998 ;Ac 92695 S 8-3-2007; C 101186 S 24-6-2009; C 101548 S
14-4-2010 ;Sumario B21335, JUBA.-.
Ha dicho el Superior Tribunal que: "Quien contrae la
obligación de prestar un servicio lo debe realizar en condiciones adecuadas
para llenar el fin para el que ha sido establecido, siendo responsable de los
perjuicios que causare su incumplimiento o su irregular ejecución y que ello
pone en juego la responsabilidad extracontractual del Estado en el ámbito del
derecho público.". -cfr.SCBA, Ac 86949 S 8-9-2004 ; Ac 77960 S 14-6-2006;
Ac 85518 S 18-4-2007; C 97720 S 12-11-2008 ; C 99658 S 22-12-2010 ; C 105620 S
2-3-2011 ; C 107625 S 12-9-2012 ; Sumario B27569 JUBA.-; "El nosocomio
público se encuentra obligado constitucionalmente a organizar el servicio de
salud y frente a un deficiente funcionamiento del mismo, el Estado responde
directa y objetivamente, pues hace a su propia función, y no a la actuación del
profesional o dependiente. De tal modo, si el servicio no funcionó, funcionó
mal o tardíamente, queda atrapada la responsabilidad del Estado, pues parte de
una situación objetiva de falta o deficiencia del servicio que el Estado por
mandato constitucional debe garantizar, pues justifican su propia
existencia". -cfr. Ac 86304 S 27-10-2004;, C 97827 S 9-62010; C 101447 S 2-7-2010;
C 107510 S 11-9-2013 ; Sumario B27620 JUBA.-.
Partiendo de dichos lineamientos, entiendo que el recurso
intentado no puede prosperar, desde que no se han visto rebatidas en forma
idónea las premisas básicas del fallo primero expresadas en sus conclusiones
-ver fs. 954/55 vta.-que doy aquí por reproducidas, sustentadas en las
probanzas a las que alude.
De conformidad a los elementos de mensuración reunidos en la
presente y en el expediente tramitado en sede penal, no cabe sino concluir del
modo que lo hizo el inferior, en punto a que en la especie medió
"negligente actuación y complicación y demora en la constitución del
equipo quirúrgico, por la ausencia del anestesista, ante la mera probabilidad
de que la mayor exposición a la hipoxia intrauterina se hubiera visto reducido
el porcentual de "morbimortalidad perinatal", no puedo más que
responsabilizar a la institución de salud, por violación del deber de seguridad
que funciona accesoriamente de la obligación principal de brindar asistencia médica".
Para arribar al pronunciamiento condenatorio, el a quo se
basó en las respuestas asertivas a dos preguntas que entendió debían
formularse, esto es:A) Actuación del personal en el acto quirúrgico de césarea
y B) Incidencia de tal actitud en el desenlace respecto de la menor hija de los
actores, entendiendo que la actuación del personal dependiente del hospital no
fue la adecuada, y que la ausencia de anestesista gravitó en el tiempo de
extracción fetal y ello probablemente en la persistencia de la hipoxia intrauterina.
Tales respuestas las dió apoyándose fundamentalmente en la opinión del
especialista -Dr. Juan José Granillo Fernández-plasmada en los informes de fs.
842/67 vta. de esta y de fs. 496/508 de la causa penal, en el informe de la
Clínica Pergamino -fs. 330-, parte quirúrgico de fs. 506/vta., testimonio de la
enfermera de quirófano del nosocomio provincial Margarita Durán -fs. 51 y 488
de la causa penal-, y corrección de horarios ( debajo de la hora anotada 6 y 30
dice 7, 30 ) -no aclarada por el hospital-en la historia clínica. Es decir, a
través de las probanzas que cita, interpretó que la ausencia de anestesista en
el hospital en el momento en que debía realizarse una operación ante una
emergencia osbtétrica incidió en el resultado de la muerte de la menor
Florencia Noemí a consecuencia de haber sufrido el feto una asfixia
intrauterina a raíz de la complicación materna producida, responsabilizando al
nosocomio.
Sin perjuicio de que el experto ante la concreta pregunta de
"si la muerte de Florencia Noemí se pudo haber evitado", expresó
"La pregunta es imposible de ser contestada en esos términos, teniendo en
cuenta que el punto final muerte, dependerá del factor patológico de
ocurrencia. Ya fue explicado que la complicación sufrida por la madre, ocasiona,
a pesar de tomar las medidas adecuadas y en tiempo y forma, un alto riesgo de
morbimortalidad perinatal. Por tal motivo, evitar o no la muerte como
resultado, dependerá también del grado de anoxia-hipoxia (duración) a que el
feto esté expuesto y su respuesta individual" -fs. 866 "in fine"
y 886 vta.Primer párrafo-, y en punto a la hora de corrección de la historia
clínica, que "deberá V.S. determinar el motivo de dicha situación",
no puede obviarse que también sostuvo, como se consigna en la sentencia
impugnada, "De acuerdo a las horas de evolución (las de la 7,30 hs) e
incluyendo el horario que fue corregido, en un mismo horario existen dos
situaciones diferentes"; "una vez roto el útero es indispensable la
presencia del anestesista"; que de haber estado el anestesista a la 7,30
hs. se hubiera extraído el feto en un tiempo menor a los 30 minutos que se
tardó; "Según obra a fs. 330 el Dr. Alcácer realizó una anestesia en la
Clínica Pergamino, a la Sra. Cristina Martínez el día 10-09-97 a las 7,30 hs. Considerando
el horario y el de la cesárea en el Hospital de Pergamino, resultaría
temporalmente difícil que la cesárea haya podido comenzar a las 8.00 hs. como
consta en el parte quirúrgico, con dicho anestesista"; "Sí es
necesaria", la presencia del anestesista en la emergencia
osbtétrica", "Sin el anestesista no es posible realizar ninguna
cirugía", como así: "cuando se decide la espera de un parto vaginal,
con el antecedente de una cesárea anterior, es preciso que el equipo quirúrgico
esté alerta, siendo aconsejable esta medida", pudiendo preverse el mayor
riesgo de una rotura uterina -emergencia obstétrica-que suponía el antecedente
de la cicatriz de útero -ver fs. 501 vta., 502 vta., 503 del expediente penal,
y 853 vta.de este-.
En mi opinión, los elementos probatorios colectados en los
sendos expedientes tramitados en sedes penal y civil, autorizan -como lo
resolviera el juzgador anterior-, a responsabilizar al Hospital Zonal -y a la
Provincia de Buenos Aires-por los perjuicios causados a los accionantes, puesto
que el servicio de salud organizado por el estado, en el particular, fue
deificiente, funcionó mal o tardíamente, surgiendo así ante esta situación
objetiva, su responsabilidad directa y objetiva por falta del servicio que por
mandato consitucional debe el Estado organizar.
Así, queda claro que habiéndose producido una emergencia
obstétrica, el servicio del nosocomio funcionó deficientemente ya que no se
arbitraron los medios necesarios para proceder, con la urgencia que el caso
requería, a efectuar la operación de cesárea que resultara menester, y ese
proceder tardío, poseyó nexo de causalidad con el resultado de muerte sucedido,
desde que la misma se realizó transcurridos más de treinta minutos, tiempo
límite tras detectarse la necesidad de la intervención quirúrgica.
Lo expuesto emerge de las probanzas citadas por el a quo
supra referidas, a las que deben adunarse las declaraciones prestadas por
distintos dependientes de la demandada, Myrien E. Omar, Silvia Martín, Mirian
Furlano, Adela Barabani, Gladys Amarilla -ver fs. 45/51 vta., 73/vta., 306/7
vta. del expediente penal-, que conjugadas de consuno, conllevan a indicar que
la césarea comenzó más de treinta minutos después de detectada su urgencia por
rotura uterina y/o desprendemiento placentario, al no haberse podido conformar
el equipo quirúrgico en ese lapso por ausencia de médico anestesista,
independientemente de que se atribuya la negligencia al Dr. Fernández o al Dr.
Alcácer; o a otra falla del servicio perteneciente al hospital.-(artículos 512,
901/6, 1112, 1113 Cód. Civil; 354 inc.1), 375, 384, 456, 474, 163 inc, 5) del
Código Procedimental).
Sentado lo anterior, paso a analizar los montos
indemnizatorios concedidos por los rubros daño material y daño moral, el
primero de ellos impugnado por ambas partes, reputando los actores que es
insuficiente y la demandada que es exorbitante, y el segundo cuestionado, por
elevado, por la accionada.
En mi opinión, el a quo ha actuado de modo justo y
equitativo al establecer las sumas para resarcir los padecimientos de los
actores de índole moral, teniendo en cuenta las circunstancias en que se
produjo la muerte de la menor, la edad de los demandantes a la fecha del hecho
motivante -cumplieron 25 años ambos a los pocos días-, habiéndose demostrado
que por fuera de las angustias, aflicciones, propias de todas las personas que
padecen un infortunio como el aquí ventilado, la Sra. Lescano "presentó en
la época más cercana a la pérdida de su hija recién nacida, un Trastorno
Adaptativo, padecimiento caracterizado por un estado de ánimo depresivo en
respuesta a la muerte de su hija que excedió y fue más prolongado a lo que
podría esperarse en un duelo normal, aproximadamente durante el primer año
posterior.que se fue atenuando con los años", según lo comprobara el
Psiquiatra Departamental y lo volcara en su informe de fs. 706/9vta.; asimismo,
la nombrada experimentó en forma personal y vívida los momentos previos al
resultado de muerte de su hija tras el nacimiento, que justifican un mayor
resarcimiento. No han logrado la queja ensayada en el memorial afeblecer el
temperamento adoptado, por lo que he postular la confirmación de lo decidido en
el estra do primero. En cambio, interpreto que llevan razón los actores al
pretender se aumenten las sumas concedidas por el concepto daño material por
muerte, esto por el daño cierto consistente en la pérdida de "chance"
u oportunidad de ayuda económica futura por parte de la hija.Haciendo mérito de
la edad de los damnificados y la mayor posibilidad de necesitarla dada la
humilde condición de los progenitores, que fuera constatada por la Asistente
Social de la Asesoría Pericial departamental en su informe que corre agregado a
fs. 725/31, reputo como más justo y adecuado al presente aumentar los montos
por el rubro a la suma de pesos ciento cincuenta mil ($ 150.000) para cada uno
de los reclamantes -artículos 1068, 1069, 1078, 1079, 1083 y ccds. C.C.; 375,
384, 474, 163 inc. 5), 165 C.P.C.-. En consecuencia el monto de condena, debe
ascender a pesos trescientos cincuenta mil ($ 350.000) para Lescano y a pesos
doscientos treinta mil ($ 230.000) para G.
No es posible, atender al agravio de los demandantes
relativo a la falta de aplicación de intereses sobre las sumas indemnizatorias.
Es que el criterio adoptado por el inferior -cuyo fundamento
reposa en no haberse incluído el pedimento en demanda-resulta ser el seguido en
forma pacífica y uniforme por esta Alzada, en consonancia con el del Superior
Tribunal Provincial que pregona: "Si bien el principio de reparación integral
que consagran los arts.1078 y 1083 del Código Civil importa que la condena del
capital se integre con los intereses correspondientes desde la fecha en que
aquél se hizo exigible, ello es así siempre que el reclamo de intereses se haya
formalizado en la demanda".- SCBA, Ac 54314 S 11-7-1995; Sumario B 23409,
JUBA-; "Si el rubro intereses no fue objeto de petición en la demanda, no
puede condenarse a la accionada a cumplir una obligación que no integra la
litis, ya que afectaría el principio de congruencia en su vinculación con el
derecho de defensa en juicio". -SCBA, I 3268 S 26-12-2012; SCBA, I 2885 S
26-12-2012 ; SCBA, I 3498 S 26-12-2012 ;SCBA, I 2848 S 27-3-2013; SCBA, I 2843
S 17-4-2013 ; SCBA, I 3093 S 17-4-2013; SCBA, I 2854 S 17-4-2013 ; SCBA, I 2523
S 174-2013; Sumario B4000921, JUBA.-.
Finalmente, abordando el recurso deducido por el coaccionado
Roberto Bernarda, persiguiendo se modifique la condena en costas a cargo de la
actora con relaciòn a la demanda que fuera rechazada en tanto dirigida en su
contra, impetrando se apliquen a la codemandada Provincia de Buenos Aires,
nuevamente he de propiciar la confirmaciòn del pronunciamiento primero.
Por un lado, debe señalarse que los actores no se han
agraviado de la imposición de las costas a su parte quedando firme a su
respecto, por lo que, consecuentemente, el coaccionado que no reviste la
condición de condenado, carece de interés en recurrir al no poseer un agravio
directo y actual y no meramente hipotético o eventual -cfr. S.C.B.A., Ac.97827,
S 9-62010-, quedando así sellada la suerte del recurso.
Pero además, se aprecia que el recurso sólo persigue cargar
los gastos causídicos a la Provincia de Buenos Aires, sin objetar lo
concerniente a la actora ni rebatir los argumentos brindados por el a quo
consistentes en que los demandantes, quienes incoaron la acción contra
Bernarda, no lograron comprobar la actitud negligente atribuida a este, estando
a su cargo la prueba de tal circunstancia. Atento a que el apelante ha sido
traído al juicio por la actora al igual que su colitigante, la imposición de
costas ensayada en el pronunciamiento impugnado ha sido correcta de conformidad
a lo normado por el artículo 68 del ritual.
Tal postura se compadece con la evidenciada por la S.C.B.A.
que posee plena operatividad en la especie-, al sostener:" Por
corresponder a relaciones procesales diferentes, la autonomía de cada una de
las relaciones jurídicas controvertidas -la del municipio y la Provincia-se ve
reflejada en la respectiva condena independiente de costas." -del voto del
Dr. De Lázzari-; y "He tenido oportunidad de señalar con anterioridad (C.
92.544, sent. del 6-V-2009) que tratándose de un litisconsorcio facultativo, en
el que el sentido de la decisión puede ser diversa para cada uno de sus integrantes
(como ocurrió en el sub lite), cuando la sentencia es favorable a alguno de
ellos y contraria a otro u otros, la condena al pago de los gastos causídicos
debe ser analizada de modo independiente de acuerdo con el resultado del
litigio para cada sujeto (art. 68, C.P.C.C.; Palacio, Lino E., Derecho Procesal
Civil, t. III, pág. 389). Por aplicación de tales premisas, en los supuestos
pluralidad subjetiva pasiva (caso de autos), el acogimiento de la acción
respecto de uno de sus componentes no obsta a la adjudicación de
las costas al actor por la desestimación de la demanda
respecto de los restantes accionados.Es que, en definitiva, generándose en
estos casos una acumulación subjetiva de pretensiones por razones de conexidad,
la suerte de cada una puede diferir, no sólo en cuanto al fondo del asunto,
sino también en lo que respecta a la aludida condenación "accesoria".
-voto del Dr. Hitters-(cfr. causa C 105042, S 30-05-2012, Sum. B 3902083,
JUBA).
Por las razones dadas, citas legales de referencia y con el
alcance indicado,
VOTO POR LA AFIRMATIVA.-
A la misma cuestión la Dra. Graciela SCARAFFIA por análogos
fundamentos votó en el mismo sentido.-
A la SEGUNDA CUESTION el señor Juez Hugo Alberto LEVATO
dijo: De conformidad al resultado habido al tratarse la cuestión precedente,
estimo que el pronunciamiento que corresponde dictar es:
1°) Desestimar los recursos de apelación interpuestos por la
Provincia de Buenos Aires y por el colitigante Roberto Bernarda, con costas de
Alzada a los apelantes perdidosos (artículos 68, 69 C.P.C.-.
2°) Acoger parcialmente el deducido por los actores, y en
consecuencia, confirmar el fallo atacado en lo principal que decide,
modificando únicamente el monto de condena que queda fijado en la suma de pesos
quinientos ochenta mil ($ 580.000). Las costas de Segunda Instancia originadas
por este recurso se imponen en el orden causado atento a su resultado -artículo
68, 71 C.P.C.-.
ASI LO VOTO.
A la misma cuestión la Dra. Graciela SCARAFFIA por análogos
fundamentos votó en el mismo sentido.- Con lo que terminó el presente Acuerdo,
dictándose la siguiente;
SENTENCIA:
1°) Desestimar los recursos de apelación interpuestos por la
Provincia de Buenos Aires y por el colitigante Roberto Bernarda, con costas de
Alzada a los apelantes perdidosos (artículos 68, 69 C.P.C).-.
2°) Acoger parcialmente el deducido por los actores, y en
consecuencia, confirmar el fallo atacado en lo principal que decide,
modificando únicamente el monto de condena que queda fijado en la suma de pesos
quinientos ochenta mil ($ 580.000). Las costas de Segunda Instancia originadas
por este recurso se imponen en el orden causado atento a su resultado -artículos
68, 71 C.P.C-.
Regístrese. Notífiquese. Devuélvase.-
Graciela SCARAFFIA
Vicepresidente
Excma. Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial Dpto.
Jud. Pergamino
Hugo Alberto LEVATO
Juez
Stella Maris ALBANI
Secretaria
Fuente: Microjuris
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