La mujer de 30 años estaba internada en la terapia intensiva
de un hospital cordobés. Había firmado una declaración de voluntad para que
respeten su decisión. Su familia presentó un recurso de amparo, pero la
Justicia no hizo lugar. "La autodererminación es inviolable",
argumentó.
Una joven testigo de Jehová murió esta madrugada en el
Hospital San Roque de Córdoba, donde permanecía internada en estado de coma con
la necesidad "clave y vital" de recibir una transfusión de sangre,
tratamiento al cual se negó previamente debido a sus preceptos religiosos.
Ante la urgencia, la familia intentó desoír su voluntad y
solicitar a la Justicia que habilite la tranfusión, pero antes de que se
expidiera, la mujer falleció.
Según informó la abogada de la familia, Emilse Lescano, esta
misma madrugada concurrió al Juzgado de 19ª Nominación, a cargo de Marcelo
Villarragut. "A la 1:40 de hoy presentamos un recurso de amparo, en mesa
de entradas, porque la mujer estaba en coma y necesitaba una transfusión",
dijo en diálogo con el sitio Candena 3.
"La sorpresa fue que la secretaria no pudo comunicarse
con el juez, porque éste tenía el teléfono apagado. Le manifestamos que dada la
urgencia del caso nos íbamos a quedar en el lugar, y ella dijo que no era
necesario. Que se iba a comunicar y nos iba a llamar", relató la letrada.
Pero a las 7:30 de hoy la paciente dejó de existir, y la
familia denunció que su deceso se dio "sin obtener una respuesta de la
Justicia".
Esta mañana, ya sin poder hacer otra cosa, Villarragut
emitió una resolución en la que señalaba que la mujer fallecida había firmado
un declaración de voluntad donde no autorizaba la práctica.
Lo cierto es que hay un antecedente que avala el accionar
del magistrado, ya que en 2012 la Corte Suprema falló a favor de que se
respetara la voluntad de Pablo Albarracini, un testigo de Jehová que estaba en
coma y no aceptaba una tranfusión de sangre, de acuerdo a la interpretación de
la Biblia que hace su grupo religioso.
En concordancia con lo resuelto por el máximo tribunal,
Villarragut señaló que se trata de un derecho personalísimo, y que por lo
tanto, los familiares no pueden ir contra él.
El director del Hospital San Roque, Daniel Mercado, explicó
al medio cordobés que la tranfusión era "clave y vital" para la
paciete.
"Había tenido una patología que según el estudio médico
era muy relevante y de una necesidad vital poder transfundirla", añadió.
"Como era testigo de Jehová, los médicos que tenían a
cargo la atención del paciente y de los médicos legales hicieron la consulta
hasta donde podíamos avanzar con una tranfusión y los testigos de Jehová están
protegidos a negarse a recibirla", indicó.
Fuente: Infobae
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