Se comercializa en Francia desde 1967 y está contraindicado
para mujeres en edad de procrear. La Fiscalía de París ha abierto una
investigación.
La Fiscalía del Tribunal de París ha abierto una
investigación judicial, para intentar determinar «eventuales negligencias y
posibles delitos penales» cometidos por el grupo farmacéutico Sanofi, productor
del antiepiléptico Dépakine, causante de malformaciones graves o muy graves
entre 425 y 450 niños nacidos en Francia entre 2006 y 2014.
La Fiscalía ha tomado tal decisión tras la publicación de
las primeras conclusiones de un estudio provisional y parcial realizado por la
Inspección General de Asuntos Sociales (Igas), por encargo de la ministra de
Sanidad, Marisol Touraine, en verano de 2015.
La ministra encargó ese estudio tras las acciones y demandas
de la Asociación de víctimas del Dépakine (Apesac), que han contabilizado más
de un millar de casos de malformaciones, consecuencia de la receta y consumo de
diversas «variantes» comerciales del ácido valproico (Dépakine, Micropakine,
Depakote, Depamide), comercializado en Francia desde 1967.
La prescripción médica del ácido valproico -comercializado a
través de diversas marcas- ha bajado un 25 %, entre el 2006 y el 2014,
reduciéndose de 125.000 a 93.000 el número de mujeres a quienes se recetó tal
epiléptico. 56.000 de entre esas mujeres sufrían «transtornos bipolares». Sin
embargo, el informe de la Igas insiste en la «incercia» de la empresa Sanofi,
«a pesar de las advertencias repetidas de las autoridades sanitarias».
La Alta Autoridad Sanitaria (AAS), por ejemplo, advirtió
hace tiempo de los «riesgos» del ácido valproico, responsable de malformaciones
en el feto y problemas graves, como el autismo, en niños nacidos en madres
tratadas con Dépakine y otras marcas comerciales del mismo medicamento a alto
riesgo. A juicio de la AAS, «este producto no debe prescribirse, en ningún
caso, a chicas, jóvenes o mujeres en edad de procesar (de 15 a 49 años),
embarazadas, salvo en casos de ineficacia o intolerancia a las alternativas
médicas existentes».
Mucho antes del informe provisional de la Igas, la Agencia
Nacional para los medicamentos (ANSM) ya había recordado, hace meses, unas
normas de prescripción no respetadas, ya que, a su modo de ver, Dépakine y el
resto de las marcas que han comercializado el ácido valproico, presentan «un
riesgo elevado» de malformaciones (un 10 % de media) en los niños nacidos de
madres tratadas con ese productos, cuyo consumo puede causar autismo y retrasos
psicomotores en un 30 o un 40% delos casos.
Los primeros riesgos de malformaciones, consecuencia del
ácido valproico, fueron identificados durante los años 80 del siglo pasado. Los
riesgos de autismo y malformaciones comenzaron a ser detectados durante los
primeros años de este siglo.
Ha sido necesario esperar hasta el primer informe oficial y
parcial de la Igas, la tarde del martes, para descubrir que, finalmente, entre
425 y 450 niños nacidos en Francia, entre 2006 y 2014, han sufrido
malformaciones graves o muy graves, tal como había denunciado Apesac mucho
antes.
Comienza, pues, un largo, complejo y doloroso proceso
jurídico, destinado a establecer las posibles negligencias penales que han
causado una tragedia nacional de alcance imprevisible.
Fuente: ABC.es
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