Un plantel médico operó a una
paciente de 33 años en un hospital privado capitalino. Se reconstruyó una
neovagina por medio de una intervención reconocida por la ley de identidad de
género.
Aceptar la imagen que devuelve el espejo es parte del
crecimiento y la maduración. Sin embargo, cuando hay partes del cuerpo que le
impiden a alguien verse como se siente, la infelicidad toca la puerta todos los
días.
Hace menos de una semana, Salta fue el escenario de una
cirugía de readecuación genital a una paciente de 33 años, que confesó sentirse
finalmente feliz.
Desde la reglamentación de la ley de identidad de género,
promulgada el 23 de mayo de 2012, las cirugías de readaptación de género, que
la norma obligó a reconocer, se hacían solo en Buenos Aires y Córdoba. Esto cambió
en los últimos días porque un equipo de tres profesionales salteños realizó
esta operación bajo la dirección del doctor Javier Belinzky.
En diálogo con El Tribuno, Mariano Gutiérrez, gerente
general del hospital privado Santa Clara de Asís, donde se hizo la
intervención, destacó que la cirugía no fue estética. "Esto se debe
remarcar, porque lo que se hizo en este caso fue la creación de una neovagina,
que tiene terminaciones nerviosas que fueron rescatadas del pene para que la
persona durante el acto sexual tenga sensibilidad", explicó el gerente.
Gutiérrez destacó que este proyecto llegó de la mano del
Ministerio de Salud de la Provincia, desde el área de Diversidad, a cargo de
endocrinóloga María del Carmen Salvo.
El plantel médico que participó de esta cirugía estuvo
integrado por los urólogos Agustín Quintar y Ramiro Ocaña, además de María del
Carmen Salvo,
Javier Belinsky llegó desde Buenos Aires, en el marco de un
programa de capacitación. En este caso, la intervención se hizo en un hospital
privado por pedido de la paciente.
Mariano Gutiérrez destacó que, gracias a la ley de identidad
de género, estas cirugías están cubiertas en el Programa Médico Obligatorio
(PMO).
Desde la implementación del PMO, las obras sociales y
prepagas deben cumplir con una cobertura del 40% en todos los medicamentos y
del 70% de las drogas requeridas para patologías crónicas.
A su vez, se incluye una cobertura del 100% de los
medicamentos destinados a pacientes en situación de internación y lo mismo
ocurre con los remedios oncológicos. Con la aplicación de este programa de
capacitación, Salta se convierte en la tercera provincia del país en la que se
pueden realizar estas operaciones.
"A partir de esta primera cirugía ya no hace falta
volver a traer un profesional de Buenos Aires. Se van a poder hacer acá y esto
abarata los costos a las obras sociales", destacó el gerente general.
Los tiempos
La ley 26.743, más conocida como de identidad de género,
obliga a realizar este tipo de cirugías en tiempo y forma. Para aquellas
personas que tienen obra social, esto implica que no se deben hacer trámites
adicionales ni reclamar permisos judiciales.
En el caso de Salta, Gutiérrez destacó que hubo una demora
porque la cirugía se hizo en el marco de un plan de capacitación, por lo que se
debió coordinar la fecha en la que podía viajar Belinsky, además de organizar
otros factores.
"También se debió trabajar con el cuerpo de enfermería
para la atención posterior de la paciente. Se está tratando con una persona en
igualdad de género", destacó Gutiérrez.
En este caso la cirugía tomó 4 horas y, entre las razones de
la paciente para elegir el sistema privado, estuvo la necesidad de contar con
un posoperatorio en un espacio reservado.
El pre y posoperatorio
Esta cirugía demandó los controles de rutina. La paciente
debió realizarse los estudios de base, como análisis de laboratorio y un
electrocardiograma.
El cuidado posterior a la cirugía fue de control. Durante
los primeros cuatro días, la paciente no se pudo levantar. A partir del quinto,
pudo moverse o levantarse y permaneció dos días más internada en observación.
Recién luego de un mes podrá volver para que se terminen de
eliminar los puntos.
Si bien no es una cirugía estética, la estética tiene un
papel importante. La neovagina tiene todas sus partes, incluso se formó el
clítoris con las partes nerviosas del pene. Es por eso que la paciente también
deberá seguir algunos cuidados posoperatorios.
"Recién después de los 10 días, podrá hacer vida normal
teniendo en cuenta que fue sometida a una cirugía", explicó Gutiérrez.
En cuanto a la contención psicológica, la paciente ya
recibía este acompañamiento y deberá continuar con el tratamiento.
Los controles se realizarán dentro del sistema privado y con
los profesionales que hicieron la cirugía.
Fuente: El Tribuno
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