¿Estamos capacitando a los médicos del futuro? O sin ir tan
lejos: ¿Los profesionales de hoy cuentan con las habilidades necesarias para
trabajar en quirófanos cada vez más equipados tecnológicamente y hacer frente a
los desafíos que se presentan? ¿Además de incorporar conocimiento científico y
destrezas técnicas, los médicos de hoy están sumando inteligencia emocional a
su expertise para tratar a sus pacientes?
La formación de los equipos médicos es un tema que ha sido
objeto de reflexión y discusión por estos días. Mi experiencia académica y de
formación de actuales y futuros colegas me ha enseñado y demostrado a lo largo
de los años que, a la actualización del conocimiento médico-quirúrgico y al
criterio médico se vuelve cada día más imperioso sumar otras variables.
¿Por qué decimos esto? Porque hoy nos encontramos con una
realidad insoslayable: personas de diferentes edades trabajando juntas en el
mismo espacio físico. Se estima que, en 2019, el 70% de la fuerza laboral serán
los jóvenes de hoy. Al dato de que profesionales de diferentes generaciones
estamos coincidiendo en los quirófanos y que cada vez hay más gente mayor
activa se suma el hecho auspicioso de que cada vez hay más mujeres trabajando
en servicios de cirugía. Para dar cuenta de lo que será esta futura
composición, más del 60% de los egresados universitarios de nuestro país son
mujeres.
Marca constitutiva en la mayoría de los trabajos actuales,
la diversidad es considerada hoy un valor agregado porque es, ni más ni menos,
que la base necesaria para la innovación. Pero ¿le estamos sacando el mejor
provecho a esa riqueza que otorgan las diferencias? ¿Estamos preparados para
trabajar a partir de esa diversidad? ¿Qué nuevas habilidades y capacidades nos
exige?
Pensemos en la figura del cirujano clásico. A su rol se le
pedía experiencia, conocimiento actualizado, criterio médico y valores
honorables. Hoy al cirujano moderno se le exige mucho más. Además de lo
apuntado se requieren dos habilidades fundamentales: saber liderar equipos, e
incorporar e inculcar el trabajo en equipo.
Claro está que cambiar conductas que hacen a la práctica
profesional es más complejo y demandante que solamente actualizar el
conocimiento. Ya lo dijo Thomas Kuhn: "Lo más difícil es cambiar de
paradigma para quien condujo el anterior". Sin embargo, a la luz de los
nuevos tiempos, y para obtener mejores resultados, actualmente resulta
imperioso sumar el trabajo en equipo.
El desarrollo tecnológico aplicado al ámbito de la salud nos
viene sorprendiendo y lo sigue haciendo día tras día. Nos ha permitido obtener
diagnósticos más certeros y precoces; generar nuevas técnicas; operar con
mayores niveles de exactitud y fundamentalmente brindar mayor seguridad al
paciente.
Además de la idoneidad que debe reunir todo profesional, hoy
se necesita perfeccionamiento también en habilidades no técnicas. Hay que saber
comunicar, manejar códigos intergeneracionales, comprender las nuevas dinámicas
sociales, saber despertar entusiasmo y motivación en los jóvenes profesionales
y extraer, en definitiva, lo mejor de cada profesional, de acuerdo con su edad,
su perfil y su bagaje.
Múltiples estudios han demostrado que las posibilidades de
progresar en técnicas y en intervenciones se potencian cuando el liderazgo y el
trabajo en equipo están presentes en los consultorios y en los quirófanos. El
no trabajar en equipo aumenta los costos y las complicaciones en la sala
quirúrgica. Por el contrario, el trabajo en equipo produce los mejores
resultados técnicos.
Con cada vez más tecnología y más posibilidades de
entrenamiento, hoy los pacientes, la sociedad, el mercado exigen a la comunidad
médica resultados óptimos. No solo tenemos que hacer las cosas bien, sino
presentar buenos resultados. Por eso, la mayoría de los países desarrollados
están empezando a trabajar en la formación de equipos de alto desempeño,
equipos que deben ser apropiada e inteligentemente liderados. ¿Por quién? Por
un médico cirujano que piense y ayude a pensar bajo el paraguas de un nuevo
paradigma, con la mirada que exige un mundo que evoluciona, y que está a cada
paso quebrantando los viejos dogmas y derrumbando lo que creíamos que eran
certezas indestructibles.
Hoy, más que nunca, urge incorporar nuevos saberes técnicos
y no técnicos para hacerles frente a los nuevos retos que se nos presentan.
Fuente: Infobae (Opinión: Mariano E. Giménez: profesor titular de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y director de la Fundación Daicim, que brinda capacitación gratuita a profesionales, sin fines de lucro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios con contenido inapropiado no serán publicados. Si lo que Usted quiere es realizar una consulta, le pedimos por favor lo haga a través del link de Contacto que aparece en este blog. Muchas gracias