Funcionarios de los
ministerios de Salud y Agroindustria se comprometieron a avanzar en políticas
para promover la alimentación saludable y detener la creciente epidemia de
sobrepeso y obesidad, durante una reunión desarrollada en Buenos Aires con el
apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la
Salud (OPS/OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO), además de la participación de referentes de varias
carteras, entre otras instituciones.
Los participantes del encuentro llamaron a trabajar de
manera transversal desde los ministerios nacionales -integrando a carteras como
Educación, Desarrollo Social y Producción- para frenar la obesidad infantil,
crear entornos escolares saludables, facilitar la distribución de agua en los
colegios y promover la ingesta de frutas y verduras, en el marco de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados para 2030.
“Tenemos que compatibilizar las agendas que permitan el
desarrollo productivo y a la vez defienda desde la perspectiva de la salud
pública el desarrollo de generaciones futuras que hoy están amenazadas por la
obesidad”, afirmó el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, durante
la apertura de la jornada “La Seguridad Alimentaria y Nutricional para el
Desarrollo Sostenible”, realizada en la Jefatura de Gabinete de Ministros.
También desde OPS se instó a trabajar en políticas de
regulación para detener la obesidad. “La realidad nos demuestra que no alcanza
con solamente poner el enfoque en educación alimentaria y en la responsabilidad
del individuo para conseguir una alimentación y nutrición adecuada en la
población, sino que se requieren políticas integradas en múltiples niveles del
sistema alimentario”, señaló la representante de la OPS/OMS en Argentina,
Maureen Birmingham.
En este sentido, Birmingham sostuvo que “para dar respuestas
eficaces a este problema es clave promover la lactancia materna, la
alimentación saludable y la educación alimentaria, implementar políticas en
relación a etiquetado frontal de bebidas y productos alimenticios que
garanticen a los consumidores las advertencias necesarias para poder ejercer
sus derechos de elegir libremente, regular la publicidad dirigida a niños de
productos no saludables, proteger los entornos alimentarios escolares y avanzar
con políticas fiscales en relación a las bebidas azucaradas”.
La región de las Américas es la más obesa del mundo y
Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de
América Latina y Caribe, con el 10%, según el Panorama de Seguridad Alimentaria
y Nutricional elaborado por la OPS/OMS y la FAO. A su vez, los patrones
alimentarios de la población están migrando del consumo de alimentos naturales
y comidas caseras hacia los productos ultraprocesados con alta cantidad de
azúcar, grasa, sal y bajo valor nutricional, ubicándose Argentina entre los de
mayor consumo de estos productos.
“Si hoy vemos las cifras de los chicos en Argentina, si
vemos población más vulnerable, los dos quintiles de menores ingresos que
tienen cobertura pública exclusiva, el sobrepeso y la obesidad infantil supera
por cuatro veces la desnutrición clásica que conocimos históricamente”,
describió Rubinstein, “y el principal determinante de la epidemia de
enfermedades crónicas es la malnutrición y la mala alimentación”.
Reiteró además que la lucha contra las enfermedades
crónicas, especialmente el sobrepeso y la obesidad, con énfasis en la obesidad
infantil, son una prioridad para el ministerio de Salud”.
En tanto, el jefe de Gabinete del ministerio de
Agroindustria, Santiago del Solar Dorrego, manifestó que “tenemos el enorme
desafío que nos plantean los Objetivos para el Desarrollo Sustentable y podemos
ser recordados por la generación que terminó con el hambre en el mundo”, y para
eso, dijo, “el camino no es la interacción, sino la cooperación”.
De la apertura también participó la asesora en Agricultura
Familiar y Desarrollo Rural de la FAO en Argentina, Patricia Areco, quien
recordó que “la agenda 20-30 es clave para el desarrollo sostenible y cada país
debe adecuar las metas a sus propias necesidades”.
Del encuentro también participaron el asesor en Nutrición y
Determinantes Sociales de la OPS/OMS, Rubén Grajeda, y el oficial de Seguridad
Alimentaria Regional de FAO, Ricardo Rapallo, quienes trazaron un perfil de la
situación nutricional en las Américas y las acciones a llevar adelante para
revertir los desafíos.
“Necesitamos incentivar la producción de alimentos
saludables (legumbres, frutas, vegetales, hortalizas, etc.) provenientes en los
posible de la agricultura familiar. Los circuitos cortos, ferias libres,
mercados tradicionales o tiendas de abasto local acuerdos entre productores y
cadenas de venta al detalle mejoran los vínculos entre la población rural y
urbana”, mencionó Rapallo.
Como conclusión, los representantes de los Ministerios de
Agroindustria y Salud, FAO y OPS/OMS resaltaron la importancia de continuar en
diálogo para buscar estrategias comunes para la construcción de una agenda
compartida con el fin de trabajar en sistemas alimentarios sostenibles, capaces
de garantizar la seguridad alimentaria y la alimentación saludable, teniendo en
cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible y las metas fijadas para el año
2030.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud
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