"El aborto existe, no lo podemos soslayar", dijo
Rubinstein. Y aseguró que la ley sería beneficiosa para la salud pública. El
padre Pepe di Paola vinculó el tema con el acuerdo con el FMI.
La última jornada del debate por la legalización del aborto
fue a sala llena y con oradores de peso como el ministro de Salud de la Nación,
Adolfo Rubinstein, el ex juez y ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra, el
investigador del Conicet Alberto Kornblihtt -los tres a favor a favor de la
Interrupción Voluntaria del Embarazo - y el cura José “Pepe” di Paola -en
contra-, quien sostuvo que los abortos son promovidos por el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Rubinstein fue contundente en sus explicaciones y en los
datos que brindó: “Llevamos 35 años de democracia. El aborto es un tema que ha
estado escondido bajo la alfombra. Nuestra función es promover el debate y dar
datos certeros. Esto no puede ser un Boca-River”, comenzó. Por su cargo, pudo
hablar media hora (el resto tuvo 7 minutos), y acompañó su exposición con
gráficos de estadísticas oficiales del ministerio.
“En los países desarrollados, la tasa de aborto cayó.
Mientras que en los países con leyes restrictivas, se mantuvo igual. Existe una
relación clara entre la despenalización y el número de abortos. El aborto
inseguro, cuando no es conducido por un profesional, supera el 90% en Latinoamérica.
Salvo Uruguay y Cuba, Latinoamérica está igual que África”.
“El aborto existe y no lo podemos soslayar. Más allá de
todos los dilemas. Es un problema de salud pública, porque produce muertes y
morbilidad evitable en población joven y sana. Es un problema de equidad de
género, porque sólo afecta a las mujeres. La evidencia es muy sólida respecto a
que la despenalización reduce la mortalidad materna y el número de abortos
totales. De alguna manera tenemos que actuar”.
Habló de las 43 mujeres muertas (cifra oficial) por
consecuencias de abortos inseguros, y explicó: "Aunque sea una, ya es
evitable". Dijo que "el 70% de los embarazos en las adolescentes no
ha sido planeado", y agregó: "El 60% de los embarazos en mujeres de
todas las edades tampoco ha sido planificado. Esto es preocupante, hay que
pensar en otras estrategias". El ministro se retiró con aplausos.
La sala, a diferencia de otros días, estaba abarrotada de
oradores, legisladores, periodistas. También estuvo la escritora Claudia
Piñeiro, que ya había sido oradora a favor de la ley, y Fabiana Túñez,
presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), que también apoya la
legislación y lucía su pañuelo verde. Es el símbolo de la Campaña Nacional por
el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Al comienzo de la jornada, el diputado Daniel Lipovetzky, al
frente del plenario de las cuatro comisiones que tratan el tema, agradeció a
los 738 expositores que pasaron por el Anexo de Diputados en estos dos meses de
debate, al que calificó de “histórico”, “con altura y con nivel”. Agradeció al
presidente Mauricio Macri “porque fue el primer presidente que apoyó este
debate” y a “la lucha de las mujeres” de la Campaña Nacional, que desde hace 13
años han presentado el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo sin
éxito hasta este año, que sí pudo debatirse.
Estas reuniones han servido para escuchar argumentos a favor
y en contra. Quienes apoyan la legalización hablan de derechos humanos y salud
pública; quienes se oponen también hablan de derechos humanos, pero alegan
cuestiones religiosas y morales por considerar que se está matando “una vida”.
El primer orador hoy fue justamente un cura, el padre “Pepe”,
que cuestionó al Gobierno por impulsar el debate. “No es inocente que este año
se instale el aborto desde la política para acercarse a aquel que promueve en
todo el mundo el aborto que es el FMI. Aborto es sinónimo de FMI le guste o no
al mundo conservador, que no ve con malos ojos que los pobres tengan menos
cantidad de hijos o que no los tengan, y también al mundo pseudo progresista,
que levanta banderas de presunta libertad sabiendo que este genocidio es
inspirado y promovido por el FMI”, dijo.
También dio su testimonio Verónica Camargo, la mamá de
Chiara López, víctima del femicidio que dio origen al colectivo y la
movilización Ni Una Menos. Chiara tenía 14 años, cursaba un embarazo de ocho
semanas y fue asesinada por su novio en Santa Fe quien quiso forzarla a
abortar. En contra de la legalización, Camargo dijo: "La víctima del
asesino no fue sólo Chiara sino su bebé. Aunque a mi hija le encantaban los
nenes, no deseaba ese embarazo, pero esa vida también valía y había que
respetarla. Veo a muchas chicas que mezclan el lema Ni Una Menos con los
pañuelos verde, y de eso ya no me siento parte. Ni Una Menos también empezó con
la muerte de mi nieto, por eso creo que hay que defender las dos vidas".
Gil Lavedra también fue contundente: "Para los que
creemos que ha llegado el momento de conceder a la mujer el carácter pleno de
sujeto de derechos entendemos que criminalizar el aborto temprano, obligarla a
continuar este embarazo contra su voluntad viola varios derechos: la cuestión
atinente a la inviolabilidad y la intimidad. Nadie puede utilizar su cuerpo como
instrumento para una finalidad. La autonomía, la posibilidad de establecer su
propio plan de vida. El derecho de la mujer de ser madre o no ser madre".
Explicó que si los fetos de una relación consentida y de una violación son
iguales, y que el deseo de no tener un hijo también, se puede abortar en el
caso de la violación pero en el otro no, "quiere decir que lo que se está
castigando es la relación sexual".
Otro testimonio destacado fue el de Ginés González García,
quien ocupó la misma cartera que Rubinstein durante los gobiernos de Eduardo
Duhalde y Néstor Kirchner. "En 1921, cuando se establecieron las causales
para el aborto no punible, también se habló de destrucción del país y de drama
demográfico, pero no pasó nada de eso. Hoy los argumentos son parecidos, y en
casi cien años no hemos actualizado la ley", dijo el médico. "El
aborto clandestino implica muertes maternas evitables y 150 internaciones por
día. Si pasa eso, hay que cambiar la legislación actual. Pocas veces los
legisladores tienen la oportunidad de sancionar una ley que cambie la historia:
esta es una de esas oportunidades", sumó.
Daniel Gollán, último ministro de Salud de Cristina
Kirchner, sostuvo: "Voten lo que voten, las mujeres que decidan hacerse un
aborto lo van a seguir haciendo y voten lo que voten, las mujeres que decidan
seguir adelante con su embarazo, lo van a hacer así. A partir de ahora, si una
mujer se muere en un aborto clandestino ustedes -les dijo a los diputados- no
solo sentirán frustración sino angustia porque pudieron evitarlo y no lo
hicieron”. Los tres médicos que ocupan u ocuparon la cartera de Salud y que se
pronunciaron este jueves lo hicieron a favor del aborto legal.
Kornblihtt, doctor en Química, refutó los argumentos de
quienes se oponen por considerar que un feto es una persona: "En la mayor
parte de las legislaciones, la persona humana comienza con el nacimiento con
vida, cuando el bebé se separa completamente de la madre. Establecen que si el
embarazo se interrumpe en forma natural o provocada antes del nacimiento la
persona se dará por no haber existido nunca jamás. No hay conflicto, entonces,
entre el concepto de persona y el concepto 'feto'".
La doctora en Filosofía y docente Diana Maffía, a favor de
la interrupción voluntaria del embarazo legal, sostuvo: "Lo que se decide
no es si las mujeres van a abortar o no, sino en qué condiciones lo harán.
Todas las evocaciones que hemos visto de quienes están en contra del aborto
legal remiten al feto: un muñeco de un feto grande que ya tomó carácter público
o pequeños muñequitos de fetos. ¿Dónde quedan las mujeres en estas
representaciones? En ningún lado". La actriz Dolores Fonzi, una de las
referentes del colectivo de actrices que defiende el aborto legal, seguro y
gratuito, también expuso: "Si este debate se trata de una cuestión de fe,
las mujeres son la religión en la que tienen que creer. Somos mujeres pariendo
una ley, vamos a hacer que nazca".
El principal proyecto que se debate es el de la Campaña, que
propone la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14. Ese
proyecto tiene la firma de 72 legisladores de los distintos partidos. Pero se
han presentado otros proyectos. Y la idea es tomar el de la Campaña como base y
sumarle propuestas de los otros proyectos, como el planteo de objeción de
conciencia de los médicos, la formación de equipos interdisciplinarios en
hospitales y que la mujer se tome unos días para “pensar” antes de realizar la
práctica.
Esas discusiones ocurrirán el martes y jueves de la semana
que viene entre los diputados del plenario de las comisiones de Salud, Familia,
Legislación General y Penal: son 105 legisladores. La idea es lograr un
dictamen el martes 12 para que se trate en el recinto el 13 de junio, en una sesión
especial ya consensuada. Por el momento los votos están peleados, aunque por lo
bajo los legisladores aseguran que en Diputados se aprobará. Luego la discusión
se dará en el Senado.
Fuente: Clarín
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