La certificación la obtuvo también Argelia, luego de que el
organismo corroborara que no se detectaron casos en esos territorios en los
últimos años. "Este es el resultado de una política sostenida a largo
plazo; hemos conseguido la certificación, pero sabemos que el desafío
continúa", aseguró el secretario de Salud en la Asamblea General, en
Ginebra.
En el marco de la Asamblea General, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) anunció que la Argentina certificó la eliminación de la
malaria en su territorio luego de un proceso evaluativo en el que logró
demostrar la ausencia de casos autóctonos desde 2011; la presencia de un
sistema de vigilancia robusto que garantiza la detección precoz de los casos
importados; el diagnóstico y el tratamiento oportuno; y la implementación de la
vigilancia y el control vectorial de los mosquitos del género Anopheles.
El anuncio se realizó en el curso de la actual asamblea
mundial, que se celebra hasta el próximo 29 en Ginebra, y convierte a la
Argentina en el segundo país de Latinoamérica que consigue esta certificación
en 45 años, después de que Paraguay lo lograra en junio del año pasado.
En el mismo acto, Argelia, que también obtuvo la
certificación, es el primer país del África continental que consigue erradicar
esta enfermedad, también conocida como paludismo y que en todo el mundo afecta
a más de 200 millones de personas cada año y produce unas 400 mil muertes, un
60 % de ellas en niños menores de cinco años.
El último brote registrado en el país fue en la provincia de
Misiones en 2007. En 2010 tuvieron lugar los últimos casos autóctonos en Salta
por Plasmodium vivax, una de las especies de parásitos que causan la malaria.
Luego sólo se presentaron casos importados.
Durante 2018, hubo 23 casos confirmados. De estos, 19 fueron
diagnosticados, notificados y tratados en Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires y el resto fueron en Mendoza (2), Santa Fe (1) y Córdoba (1).
En cuanto a la procedencia de los casos, se observó que 65%, es decir, 15
procedieron de Venezuela, tres de Nigeria, dos de Perú, uno de Tanzania, uno de
Camerún y uno de Mozambique.
En ambos países "la malaria tiene siglos de historia, y
la batalla contra la enfermedad ha sido dura", señaló la OMS en un
comunicado, donde recalcó que la mejora de los mecanismos de control,
diagnóstico y tratamiento en la última década ha sido clave en ambos casos.
Argelia fue, curiosamente, el primer país del mundo donde se
identificó el parásito causante de la malaria, gracias a las investigaciones en
1880 del médico francés Charles Louis Alphonse Laveran, quien fue galardonado
con el premio Nobel de Medicina de 1907 por este avance.
Argentina comenzó sus programas de erradicación de la
malaria en la década de los setenta, durante los cuales la colaboración con
países vecinos como Bolivia para prevenir los contagios en zonas fronterizas
fue primordial.
"La certificación es el resultado de un trabajo muy
arduo en el que tuvo lugar la capacitación y el reentrenamiento de todas las
direcciones de Epidemiología y de todos los laboratorios de las
provincias", expresó el secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein
desde Ginebra. Además, el funcionario agradeció y reconoció "el fuerte
apoyo de las provincias, en especial el de aquellas que tuvieron casos
endémicos en el pasado como Salta, Jujuy o Misiones".
Rubinstein explicó que tras las capacitaciones y acciones
necesarias se invitó a las autoridades del comité certificador de la OMS para
que realizara la evaluación externa. Las actividades de la comitiva
internacional incluyeron distintas reuniones técnicas y visitas de campo en
algunas provincias, hospitales e institutos como el laboratorio Nacional de
referencia de malaria dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios
e Institutos (ANLIS).
"Hemos conseguido la certificación y lo celebramos,
pero lejos de bajar los brazos seguiremos fortaleciendo el trabajo porque
sabemos que el desafío continúa y lo seguimos asumiendo", afirmó la
subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades de la Secretaría de
Gobierno de Salud, Miriam Burgos quien una ceremonia recibirá el certificado
que da cuenta de este logro.
Burgos también agradeció a la OMS y a la Organización
Panamericana de la Salud (OPS) por el apoyo brindado. "Hemos recibido un
asesoramiento de excelente nivel para lograr el cometido", aseguró.
Por su parte, la directora nacional de Epidemiología y
Análisis de la Situación de Salud, Patricia Angeleri, destacó que "este es
el resultado de una política sostenida a largo plazo, en el que tuvieron
especial protagonismo los equipos técnicos de todo el país, no sólo a nivel
asistencial, sino también en las áreas de vectores, vigilancia y de los laboratorios".
"A partir del trabajo realizado en el último año hubo
un salto cualitativo que tuvo que ver con compartir la estrategia de
diagnóstico precoz y tratamiento oportuno con todos los actores nacionales y
provinciales", indicó la coordinadora nacional de vectores de la
mencionada dirección, Laura Brandt.
Para el diagnóstico precoz fue necesario capacitar a una red
de microscopistas a través de cursos intensivos a cargo del ANLIS- Malbrán con
referentes de todas las provincias. Esto dio como resultado la formación de
cerca de 50 microscopistas certificados.
Además se adquirieron drogas antipalúdicas y se realizó una
distribución estratégica de la medicación en todas las jurisdicciones del país,
con el fin de brindar el tratamiento dentro de las 24 horas de confirmado el
caso.
Otra de las acciones fue el trabajo intenso en la
sensibilización de profesionales de la salud para fortalecer la sospecha de
paludismo por medio de capacitaciones presenciales y virtuales. Se
desarrollaron guías de manejo clínico, de diagnóstico, vigilancia
epidemiológica y entomológica y un plan de prevención del restablecimiento del
paludismo.
"Sin dudas la certificación es un logro histórico para
nuestra salud pública, un reconocimiento para todos aquellos que durante
décadas trabajaron de manera sostenida en la lucha antipalúdica, llegando a
cada rincón del país por más inhóspito que sea", concluyó Brandt.
Propagada por el mosquito anofeles, la malaria es una de las
enfermedades más perjudiciales para el ser humano, al ser endémica en más de 80
países que representan el 40% de la población mundial.
Fuente: Infobae, con información de Efe
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