Las presiones económicas y las concepciones sobre lo que
significa el éxito laboral son algunas de las principales causas del
agotamiento crónico físico y emocional.
El exceso de trabajo, también conocido como "síndrome
de burnout", fue reconocido en el mes de mayo de este año por primera vez
como un trastorno mental en la última versión de la Clasificación Internacional
de Enfermedades (CIE) elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS lo asocia a la sección "problemas asociados al
empleo y desempleo" y lo describe como "un síndrome resultante de un
estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito".
El Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la
Universidad Siglo 21, la institución que mide el índice de bienestar emocional
y estrés en trabajadores argentinos, identificó que el 41% de las personas
presenta signos ligados al síndrome de burnout o agotamiento laboral. A su vez,
que las mujeres son más propensas a tenerlo.
Pero, ¿por qué tanta exigencia? Para la psicoanalista
Fiorella Litvinoff, las presiones de ser exitoso y tener dinero para poder
acceder a los bienes de consumo que supuestamente traen consigo la felicidad,
son algunas de las principales causas de la enfermedad.
El burnout se caracteriza por tres dimensiones:
1) Sentimientos de falta de energía o agotamiento
2) Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o
sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo
3) Eficacia profesional reducida
Los hallazgos revelados por la investigación develan que el
41% de los trabajadores siente que "siempre o casi siempre" le
resulta difícil relajarse después del trabajo, mientras que el 32% muestra
signos claros de desmotivación. ¿Las consecuencias? No solo una baja en los
niveles de productividad y desempeño, sino que, sobre todo, las personas pueden
sentirse menos involucradas y más distanciadas del trabajo.
Diversos factores inciden en el agotamiento. Una respuesta
típica es la aparición del "cinismo" frente al trabajo. "El
burnout produce un fenómeno denominado cinismo, se trata de un daño en la salud
emocional que deriva en la sensación de desvalorización de las tareas de las
personas y en la percepción de no tener las competencias que su puesto le
requiere", explicó el doctor Leonardo Medrano, secretario de investigación
del Observatorio.
El alto nivel de agotamiento aumentó entre los millennials y
los jóvenes de la Generación X
Los resultados más importantes del estudio reflejan que:
-El 20% se siente cada vez menos involucrado con su trabajo,
el 21,4% duda que su desempeño contribuya en algo interesante y el 20,2%
considera que ha perdido interés.
-Las mujeres son más propensas a experimentar el burnout
(13% vs. 7% en hombres). El estudio explica esta variable por la dificultad de
las mujeres de recuperarse emocionalmente luego del trabajo ya que, en general,
continúan ejerciendo tareas laborales fuera de horario.
-Con respecto a la comparación según generaciones, se
observó que el alto nivel de agotamiento aumentó del 2018 al 2019 entre los
millennials y los jóvenes de la Generación X.
-Los mayores niveles de burnout se encuentran en individuos
de bajo nivel educativo y bajos ingresos. Casi el 10% de estos trabajadores
presentan valores altos tanto para cinismo como para agotamiento.
-Los gerentes generales fueron el puesto con mayor nivel de
agotamiento. El 33% obtuvo valores altos, mientras que los menos agotados son
los "gerentes de área" con solo el 11%.
-Por otra parte, los niveles más altos de cinismo se
observan en los "empleados y operarios" y los más bajos en los
"gerentes de área".
El agotamiento es un proceso gradual. No sucede de la noche
a la mañana y aunque los signos y síntomas son sutiles al principio, empeoran
con el tiempo. Los efectos negativos se extienden a todas las áreas de la vida,
incluyendo el hogar, el trabajo y la vida social. A su vez, puede causar
cambios a largo plazo en el cuerpo convirtiéndolo en vulnerable a distintas
enfermedades. "En pos de un reconocimiento laboral o una retribución
económica se terminan perdiendo vínculos y momentos valiosos de otra
índole", aseveró la especialista.
El burnout ignorado o no abordado puede tener consecuencias
significativas, que incluyen: el estrés excesivo, la fatiga, el insomnio, la
tristeza, ira o irritabilidad, el uso indebido de alcohol o sustancias,
enfermedad del corazón, alta presión sanguínea y vulnerabilidad a las
enfermedades en general.
Para Litvinoff, la era digital funciona como escenario que
potencia el agotamiento crónico laboral. "En los tiempos presentes se
dificulta la espera. Que la comunicación sea mucho más accesible y veloz, por
ejemplo, posibilita que el empleador pueda ubicar fácilmente al empleado en
horarios no laborables e incluso los fines de semana para tratar cuestiones
meramente profesionales", indicó.
La importancia del diagnóstico a tiempo
Para combatirlo es fundamental reconocer los síntomas y las
consecuencias, al igual que el tratamiento para su cura. El estrés laboral debe
ser tratado a tiempo por profesionales expertos porque de lo contrario, se
pueden recibir diagnósticos erróneos o desarrollar patologías más graves, tales
como la depresión, la ansiedad u otros cuadros psiquiátricos complejos.
Dado que las exigencias del mundo laboral de la actualidad
son altas y los profesionales a veces se ven sobrepasados por sus obligaciones
o presiones externas es necesario tomar conciencia y que los individuos que lo
padecen sean capaces de detectar si sufren de los síntomas antes mencionados
para poder recibir el tratamiento adecuado que los lleve a superar la dolencia
y no dejar que esta lo afecte en otros ámbitos de la vida.
Fuente: Infobae
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios con contenido inapropiado no serán publicados. Si lo que Usted quiere es realizar una consulta, le pedimos por favor lo haga a través del link de Contacto que aparece en este blog. Muchas gracias