Las empresas todavía no tienen números concretos, pero
aseguran que aumentó el interés de la sociedad por el coronavirus. Inquieta que
se reduzca el pago de cargas sociales por la crisis.
“El sistema prepago se ha transformado en un producto de
primera necesidad en la percepción de la gente”, aseguró el presidente de la
Cámara de Entidades de Medicina Privada de la Argentina (Cempra), Ricardo
Lilloy. Las prioridades de la sociedad cambiaron. La gran cantidad de contagios
del coronavirus a nivel mundial, que en la Argentina ya llegan a casi a 700 y
17 muertos, generó mayor conciencia en la población de que el gasto en salud no
se discute.
Si hasta antes de la aparición del virus muchos usuarios se
habían dado de baja de la prepaga o cambiado a un plan más barato por la crisis
económica, esta tendencia no sólo se frenó, sino que las empresas están
percibiendo un mayor interés por parte de la sociedad en contar con una buena
cobertura de salud, aún sabiendo que esta pandemia ya es una cuestión de Estado
y que, de contagiarse, serán atendidos todos por igual.
Así lo planteó días atrás una encuesta realizada por el
sitio online MiObraSocial.com.ar -que reflejó que las consultas de las personas
sin cobertura habían aumentado 21% en el último tiempo- y lo confirmaron
fuentes del sector. Mientras que el dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt,
aseguró, ante la consulta de Infobae, que “la gente quiere estar cubierta en el
actual escenario”, desde Osde remarcaron: “en las últimas jornadas se dieron
situaciones muy diversas, desde gente dada de baja que quiere reafiliarse hasta
otras personas que están tomando conciencia de la necesidad de contar con una
cobertura de salud”. De todos modos, no se percibe todavía un crecimiento
importante de “altas”; será información que las firmas tendrán en los próximos
días.
Las empresas de la salud no sólo están preocupadas por el
colapso del sistema en términos de infraestructura, sino que también temen por
la reducción de fondos de la seguridad social por la crisis
Las empresas de la salud no sólo están preocupadas por el
colapso del sistema en términos de infraestructura, sino que también temen por
la reducción de fondos de la seguridad social por la crisis
Otra encuesta de esta semana del sitio web mencionado
concluyó que más del 66,10% de los usuarios de obra social se siente
desprotegido con su cobertura médica actual ante una situación como la del
coronavirus, mientras que en el caso de los afiliados a prepagas, ese
porcentaje se reduce al 24,14%.
Desde Osde agregaron que fueron instrumentados procesos
ágiles de afiliación en forma remota para garantizar que los tramites que
estaban en curso fueran resueltos y que los nuevos ingresos por empresas, en los
casos que fuera posible, se hagan de un 100% en forma remota. Además, afirmaron
que está garantizada la continuidad de aquellos socios que estaban por empresa
y que quieran continuar con el servicio en forma particular.
Lo que todas las fuentes consultadas aseguran es que lo que
están frenados son los traspasos de obras sociales sindicales al sistema
prepago. Estos ingresos deben ser presenciales, por lo que son trámites que
estarán suspendidos hasta que pase el aislamiento obligatorio. “Hoy hay una situación
de statu quo en este sentido. El efecto cascada que se estaba viendo antes de
este escenario de que la gente resignaba un mejor plan para irse a uno más
económico, o quedarse en su obra social de base se cortó. Hoy no hay movimiento
porque lo que podría ser un proceso a la inversa está frenado”, aseguró Lilloy.
Lo que sí está ocurriendo, remarcó el presidente de la
cámara, es que bajó fuertemente la mora. “Muchas personas que registraban
atrasos en el pago de su cuota se pusieron al día. Sin dudas, el sistema
prepago se ha transformado en un producto de primera necesidad en la percepción
de la gente”, precisó, al remarcar que también se observa que están “muy
activos los sistemas de comercialización que trabajan por internet, redes
sociales, mails como pseudo encuestas”.
¿Qué sucederá con el financiamiento del sistema en plena
crisis?
En este contexto, y mientras las empresas de salud están
focalizadas en la demanda que implica la pandemia y en cómo responder ante el
crecimiento exponencial de los casos, ya están advirtiendo que la discusión que
se vendrá próximamente es cómo se hará para que no se corte la cadena de pagos,
en un contexto de fuerte caída de la actividad económica.
Según recordó Lilloy, de los 6,2 millones de afiliados que
tiene el sistema de prepagas, 5 millones provienen de las obras sociales. Es
decir, son personas que tienen una obra social de base y que eligieron
cambiarse a una prepaga -en algunos casos pagando la diferencia- para tener una
mejor cobertura.
“La gran mayoría proviene de la seguridad social, por los
aportes y contribuciones, y el mes que viene este sistema puede quedarse sin
fondos. Porque alguien que tiene un restaurant y lo tiene cerrado hace un mes
no se le cruza por la cabeza ir a pagar las cargas sociales”, afirmó el
presidente de Cempra. Y el problema es que las obras sociales y las prepagas
luego le tienen que pagar al sistema de prestadores, por lo que a la situación
de colapso sanitario por falta de estructura se le sumará el colapso por falta
de fondos, estiman en la industria.
La estimación que tienen en la entidad que nuclea a las
empresas de medicina privada es que el ingreso de la seguridad social puede
verse reducido en un 80%, que “deberá financiarlo el Estado”, remarcó Lilloy,
al agregar que “el que tiene un peso lo va a destinar a pagar los sueldos” en
este contexto. Son 12 millones de personas las que aportan a la seguridad
social y el ingreso promedio per cápita que llega a las obras sociales ronda
los $1.500 pero deben cubrir un universo de unas 23 millones de personas
cubiertas.
“El financiamiento va a ser el gran tema a mirar. Se van a
caer los ingresos, pero los egresos van a continuar. No tengo dudas de que van
a caer fuerte las cargas sociales. Todos vamos a tener que hacer un análisis de
sustentabilidad y ver cómo la vamos zanjando. Tenemos dos escenarios graves que
enfrentar: uno el coronavirus y otro, las consecuencias que esto va a dejar en
la economía real”, afirmó Belocopitt.
Desde Osde, en tanto, aseguraron que si bien tienen una masa
crítica importante y económicamente están equilibrados, avizoran con
preocupación no sólo el gasto que puede provocar el estado de pandemia, sino la
crisis en el ingreso, cuando empiece a resentirse la cadena de pagos.
Fuente: Infobae
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