Desde hoy, cada 14 de abril, las personas afectadas por la
enfermedad que transmite la vinchuca y que si bien comenzó siendo endémica en
América Latina, cada vez se detecta más en los EEUU y Canadá y en países
europeos. Se estima que en el mundo hay, al menos, 7 millones de personas con
la infección y 12 mil mueren cada año.
Después de 111 años desde el primer diagnóstico humano de la
enfermedad de Chagas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció, en
medio de un mundo confinado por la pandemia del coronavirus, el 14 de abril
como el primer Día Mundial oficial para recordar los desafíos que enfrentan las
personas afectadas por esta enfermedad desatendida.
Aunque la actual pandemia requiere la máxima atención en
estos momentos críticos, este primer Día Mundial de Chagas tiene el fin de
hacer visibles a las personas afectadas por una enfermedad, históricamente
marginada de la agenda prioritaria en los sistemas sanitarios. Y más aún,
cuando muchas de las personas que las padecen son parte de la población
vulnerable ante la pandemia de COVID-19.
La enfermedad de Chagas está causada por el parásito
Tripanosoma cruzi, que se transmite originalmente mediante las heces de
insectos, denominados vinchucas, chinches, pitos, entre otros nombres adoptados
según las diferentes regiones donde habita, desde el sur de los Estados Unidos
a todo el continente americano. Las otras vías principales por las que se
produce la transmisión son la maternoinfantil (durante el embarazo), o bien por
vía oral, transfusiones sanguíneas o trasplantes de órganos. Todas ellas, junto
a los movimientos migratorios de las últimas décadas, hacen del Chagas un
desafío global.
Antaño endémica en países de América Latina, en las últimas
décadas, se detectó cada vez más en los Estados Unidos y Canadá, en muchos
países europeos y algunos países del Pacífico Occidental, lo que hace de ella
un problema sanitario mundial.
Aproximadamente, un 30% de las personas que contraen la
infección de Chagas desarrollan complicaciones graves, principalmente de
corazón o, en menor medida, alteraciones digestivas o neurológicas.
Se estima que hay, al menos, siete millones de personas con
la infección en el mundo. Cada año, alrededor de 9 mil niños nacen con el
parásito Tripanosoma cruzi, y mueren más de 12 mil personas. Además, se estima
que, en todo el mundo, hay más de 75 millones de personas en riesgo de
contraerlo. Por ello es muy importante diagnosticar y tratar tempranamente,
cuando los medicamentos disponibles logran muy buenos resultados.
Denominada también tripanosomiasis americana, es calificada
como una “enfermedad silenciosa y silenciada”, no sólo por su lenta evolución
clínica, frecuentemente asintomática, sino también porque afecta principalmente
a poblaciones pobres sin peso político ni acceso a atención de salud.
La Federación Internacional de Asociaciones de Personas
Afectadas por la enfermedad de Chagas (Findechagas) solicita a las autoridades
de salud, en los países donde se diagnostican casos de la enfermedad, “que los
programas de prevención se mantengan para proteger a la mayor población
posible”. Asimismo, subrayan la necesidad de “dar prioridad a la atención y
tratamiento de las personas con diagnóstico positivo, ya que, en muchos casos,
eso puede ser la diferencia entre la salud y la enfermedad o la vida y la
muerte”.
La aprobación del Día Mundial, en la Asamblea Mundial de la
Salud del pasado año, respondió a la solicitud expresada por Findechagas, para
contar con un día en el que revertir el silencio y la invisibilidad que se han
aliado con la enfermedad de Chagas durante más de un siglo.
La actual situación del COVID-19 está poniendo a prueba el
compromiso y la solidaridad de los sistemas de salud y la visión de una
cobertura sanitaria universal que no deje a nadie atrás. Para eliminar al
Chagas como problema de salud pública se deben redoblar esfuerzos en el control
de todas las vías de transmisión; potenciar y mejorar las herramientas actuales
de diagnóstico y tratamiento, así como desarrollar nuevas; ampliar la cobertura
de atención integral a todas las personas con la enfermedad o en riesgo de
contraer la infección. Y al mismo tiempo, fomentar la comunicación y la
sensibilización sobre la enfermedad.
Para ello es esencial que quienes están al frente de las
decisiones políticas y de financiación acompañen con más voluntad, durante esta
próxima década, el trabajo de la comunidad de personas afectadas, científicos,
organizaciones y personal sanitario que enfrentan las complejas problemáticas
de la enfermedad de Chagas.
“Es de suma importancia que las personas que tienen Chagas,
y aún más durante la pandemia de COVID-19, reciban también la información necesaria
para una prevención adecuada y la atención en el caso necesario”, recordaron
desde la federación internacional. “Durante mucho tiempo, hemos sentido que
estábamos ocultos bajo estimaciones y números. Pero somos personas y queremos
hacernos visibles como tales ante las autoridades de salud en el mundo”.
Desde Mundo Sano, una organización privada sin fines de
lucro, con base en la Argentina y España transmitieron: “La emergencia obliga a
administrar fuerzas y acompañar las demandas inmediatas del presente, pero de
ninguna manera nos desvía de nuestro camino ni nos hace olvidar que las
personas afectadas por la enfermedad de Chagas llevan mucho tiempo esperando
respuestas. Y hoy estamos aquí para decir que el Chagas diagnosticado a tiempo
tiene tratamiento, que se ha avanzado mucho para reducir los casos de
transmisión vectorial y que debemos consolidar esos logros y avanzar hacia el
control de la transmisión materno infantil del Chagas”.
Chagas en cifras
Afecta a más de 7 millones de personas
30 mil nuevos casos anuales
Más de 12 mil muertos anuales
Más de 75 millones de personas están en riesgo de contraer
la infección tanto por vía vectorial, congénita, u oral, como por transfusión
de sangre y donación de órganos
La enfermedad es endémica en 21 países de las Américas,
siendo Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia y México los países con mayor
número de población afectada.
Con respecto a las áreas consideradas no endémicas, la
enfermedad está presente en todos los continentes. En los Estados Unidos y
España se encuentran el mayor número de personas afectadas.
En la Argentina
7 millones de personas en riesgo de contraer Chagas
1,6 millones de infectados
1.300 bebés nacen cada año con la enfermedad (cada seis
horas nace un bebé con Chagas en el país).
Fuente: Infobae
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