La polémica comenzó 10 años atrás, cuando la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó a los teléfonos celulares como “posibles elementos carcinogénicos”. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que “hasta la fecha no se ha confirmado que tengan efectos perjudiciales para la salud”.
Para zanjar esta situación, una investigación de la Universidad de Oxford y la IARC concluyó que el uso del teléfono móvil no aumenta el riesgo de padecer un tumor cerebral. Así, este estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute pone fin a dos décadas de especulación y miedo por esta falsa creencia.
Para el estudio, los investigadores utilizaron datos del Estudio del millón de mujeres de Reino Unido, un proyecto que investiga el cáncer de mama que tiene una base de datos enorme, con información de una de cada cuatro mujeres nacidas entre 1935 y 1950.
Después de seguir a 776.156 mujeres durante quince años, los autores han descubierto que solo el 0,42% de las participantes han desarrollado un tumor cerebral, un porcentaje de riesgo similar entre las usuarias que utilizan teléfono móvil y las que jamás han tenido un dispositivo.
Los investigadores no han notificado diferencias significativas en el riesgo de glioma, de meningioma, de neurinoma del acústico o de otros tumores supuestamente asociados al uso de dispositivos inalámbricos.
“Tenemos pruebas sólidas y convincentes de que el uso normal de teléfonos móviles no causa problemas relacionados con el cáncer", dijo el coautor del trabajo y miembro de la IARC Joachim Schüz a inews.
¿Influye el tiempo de uso del celular en el riesgo de cáncer?
Sobre si el tiempo de uso del móvil influye en el riesgo de padecer cáncer o no, los investigadores no han extraído una conclusión clara.
Solo el 18% de las participantes afirmó hablar más de media hora a la semana, por lo que es imposible sacar conclusiones concretas sobre el riesgo de las personas que lo utilizan mucho más tiempo.
La principal conclusión de la investigación es que el uso de teléfonos móviles en condiciones normales no aumenta el riesgo de tumores cerebrales.
Muchos de los dispositivos electrónicos que se utilizan actualmente, emiten pequeñas cantidades de ondas electromagnéticas. Desde los microondas, las computadoras o los televisores, hasta los teléfonos móviles.
Lo cierto es que estos campos electromagnéticos de radiofrecuencia emitidos por los dispositivos inalámbricos penetran varios centímetros en la cabeza al hablar con alguien por teléfono.
Sin embargo, al contrario de los que muchos podrían pensar, no es perjudicial para la salud. El principal efecto de este fenómeno es, simplemente, el calentamiento superficial de la piel.
En este sentido, la nueva investigación no ha detectado ningún incremento del riesgo de tumores en las zonas potencialmente más expuestas a estos campos electromagnéticos.
Es más, los tumores detectados se distribuyen por igual tanto en el lado izquierdo como en el derecho, a pesar de que el uso mayoritario del teléfono móvil es con la mano derecha.
Los smartphones de última generación, menos dañinos que los viejos
Los autores destacan en su investigación que las emisiones de los dispositivos actuales son “sustancialmente menores” que las de los aparatos de generaciones anteriores. La tecnología actual de 3G, 4G o 5G reduce aún más que en sus inicios la radiación de los dispositivos.
“Estos resultados respaldan las pruebas, cada vez más numerosas, de que el uso del teléfono móvil en las condiciones habituales no aumenta el riesgo de tumores cerebrales”, señala Kirstin Pirie, de la Universidad de Oxford.
Fuente: Clarin
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