El cuidado de la salud avanza hacia la telemedicina

El 69% de los pacientes utilizó servicios a distancia en 2021

La pandemia ha traído varias enseñanzas para la economía y la sociedad. Una de ellas es que ciertas actividades pueden funcionar desde la distancia. El salto que se ha dado en este sentido en el área de la salud ha sido muy notable, casi comparable al producido con el teletrabajo en muchas compañías de diferentes negocios.

El seguro médico privado con prestaciones y coberturas cada vez más completas, sobre todo del lado digital, suponía en 2020 (últimos datos publicados por Unespa) el 23,35% a nivel nacional, frente al 22,48% de 2019. La sanidad pública, por su parte, ha ofrecido en estos dos últimos años la mayor atención telefónica en su historia. La telemedicina como gran soporte para reducir la presión hospitalaria vivida durante los meses pandémicos “es una experiencia que puede ser clave para solucionar alguno de los problemas más importantes del sistema sanitario, como son las listas de espera”, cuenta Carlos Sevillano, director comercial de Asho.

Óscar Quero, profesor de OBS Business School, reflexiona sobre la revolución producida en el sector: “Muchas compañías a nivel mundial están lanzando este nuevo modelo de atención donde el usuario contacta con los facultativos de forma telemática (llamada o videoconsulta), y que tanto ha ayudado durante el Covid a atender dolencias leves o moderadas”.

La salud digital aterrizó en el mercado en forma de videoconsulta. Pero hoy son varias las modalidades que ofrecen las aseguradoras: conversación con el médico mediante chat privado; derivación de urgencias directamente, sin necesitar de acudir a una cita presencial, o la monitorización mediante dispositivos que permiten comprobar la tensión, la frecuencia cardiaca o la saturación de oxígeno, por ejemplo. Asimismo, a través de las páginas web cada vez se realizan más gestiones, como la receta electrónica o la autorización de pruebas.

Un año de cambios

Las nuevas generaciones están dando un impulso a los dispositivos de monitorización

El último estudio presentado recientemente por Savia, plataforma online de Mapfre, recoge conclusiones interesantes (obtenidas a través de una encuesta a la población general y a usuarios de dicha plataforma). Por ejemplo, que el 69% de los españoles ha usado los servicios de telemedicina en el último año y que el 54% ha gestionado telemáticamente sus consultas médicas.

Dentro de las opciones disponibles, lo más demandado en 2021 fue la receta electrónica (38% sobre el total) y después los wearables o dispositivos (26%) que permiten monitorizar a distancia al paciente para un seguimiento constante. El uso del chat médico y la videoconsulta supusieron el 16% y el 14%, respectivamente. El informe de Savia define el perfil del usuario de la medicina digital: mujer, menor de 35 años, urbanita y con formación superior.

En cuanto a las proyecciones a corto plazo, casi el 80% de los encuestados dijo que utilizará alguna modalidad en los próximos 12 meses. “Aunque al relajarse la pandemia decrece el uso de ciertos servicios, como las videoconsultas, aumentan otros, como la compra de consultas y pruebas médicas”. “Los jóvenes destacan como el perfil más abierto a adquirir estos servicios, sobre todo aquellos relacionados con la monitorización a través de wearables, con un 34% respecto a la media general”, subraya el estudio.

En cuanto al interés manifestado por los usuarios, está la posibilidad de disponer de consultas con especialistas y la opción a segundas opiniones médicas.

Con la ayuda del 5G

En medio de ese futuro más cercano está también el 5G, que ya se está desplegando en nuestro país. La consultora Higia Benchmarking apunta que “el sector sanitario puede ser uno de los ámbitos más beneficiados del 5G, en especial por su inmediatez”. “Un cirujano podrá seguir operaciones a miles de kilómetros de distancia e impartir instrucciones sin necesidad de estar en el quirófano”.

Con respecto a la utilización de la telemedicina en las empresas, un sondeo de Ever Health, compañía de servicios médicos tecnológicos, muestra que antes de la crisis sanitaria el 38% tenía incluidas opciones digitales en su seguro; este dato se ha incrementado hasta el 48,6%. Además, el 75% de los trabajadores lo valoró positivamente –un 16% dijo que recurre a la telemedicina fuera de la cobertura de la empresa a través de su póliza privada– y quienes mostraron alguna reticencia aluden a la falta de cercanía, el desconocimiento tecnológico y la preocupación por la seguridad de los datos y de su información.

En el ámbito laboral los servicios de telemedicina con mayor demanda son la psicología, la fisioterapia, la nutrición y la dermatología.

Unespa elaboró una serie de conclusiones para definir el futuro del sector tras finalizar el primer año de Covid, donde la telemedicina queda situada como uno de los pilares para la atención: “Nos hemos dado cuenta de que el mundo virtual es un canal más que imprescindible en el día a día”. “Se ha convertido en el núcleo de conexión entre todos nosotros…, por lo que a partir de ahora, sí o sí, el sector debe apostar por la digitalización de su relación para hablar y comunicarse”; eso sí, “todo combinado con mayor cercanía”, subraya la patronal de las aseguradoras.

IMPACTO POSITIVO PARA EL CLIMA

Atención primaria. Un informe elaborado por GEN Europe para la empresa de servicios médicos tecnológicos Ever Healt explica cómo “el uso generalizado de la telemedicina –atención médica y profesional a distancia– evitaría la emisión de más de 277.000 toneladas de CO2 al año en España solo en consultas de atención primaria. Este ahorro energético sería el resultado de evitar desplazamientos para acudir a una consulta médica presencial, la realización de informes clínicos y la expedición de la receta por parte del profesional, principalmente. El estudio cifra en unos 1,75 kilogramos de CO2 de media que generaría cada consulta de estas características.

Fuente: El País