Especialistas exponen las últimas tendencias en medicina, junto con el importante rol de la innovación tecnológica para su desarrollo.
La pandemia fue un antes y un después también en temas de tecnología y salud, y cambió la forma en la que los pacientes se relacionan con los médicos, sobre todo con el auge de la telemedicina. “Nosotros fuimos escalando de forma ordenada y progresiva desde 2015 con la asistencia remota. Gracias a eso, cuando empezó la pandemia estuvimos preparados para atender a nuestros pacientes”, explicó Mariano Allende Iriarte, subgerente médico de Urgencias de OSDE.
El ejecutivo especifica que, al día de hoy, la empresa lleva realizadas 933.000 consultas virtuales, con una proyección de superar el millón a fin de año. “Más de un 97% tiene un índice de satisfacción altísimo”, añadió Allende Iriarte durante el segundo capítulo de Bienestar y Salud, organizado por LA NACION, donde, junto a otros especialistas del sector, brindó su opinión y visión respecto del potencial argentino y regional en el mundo de la salud.
Tal y como lo definió Leandro Zuza, director asociado de la Unidad de Negocio de Soluciones Integradas de Becton Dickinson Cono Sur, una empresa que se dedica a innovar en el mundo del diagnóstico, la pandemia dejó dos cambios importantes: una nueva modalidad de trabajo y una gran aceleración en cuanto a la tecnología. “Tuvimos que desarrollar en muy poco tiempo una prueba que generalmente lleva años de investigación, a través de una tecnología nuestra”, explicó el ejecutivo, refiriéndose a los test PCR que la firma puso en funcionamiento en sólo 45 días en el sistema de salud.
A su vez, Pablo Santos, líder de Negocio de Informática en Salud de Philips Región Sur, expuso que en tecnología e informática médica la Argentina siempre fue pionera dentro de lo que es Latinoamérica. “La pandemia desnudó muchas de las situaciones que sufrían las instituciones para llegar a sus pacientes por falta de madurez digital, entonces en función de eso hizo que se vuelva mucho más permeable el mercado”, ilustró bioingeniero de profesión, en diálogo con Ignacio Federico, periodista de LA NACION y moderador del panel.
Santos expuso que el principal objetivo de la compañía está centrado en tecnología para salud y en informática médica. Iniciaron operaciones en 2019 con un software de historia clínica electrónica, por lo cual la pandemia los encuentra con un paso adelante. “Pudimos ayudar mucho para acompañar a las instituciones en la respuesta que le tenían que dar a sus pacientes”, añade.
¿Cómo es el día después de la pandemia? “Sin duda la telemedicina vino para quedarse. Hoy estamos en un 65% de visitas virtuales y un 35% de presenciales. Esto no reemplaza al médico que tiene que ir a tu casa por urgencias más graves, pero nuestro desafío es seguir por acá. Para las personas que no les resulta amigable el sistema virtual, también entendimos que había que abrir más canales de comunicación: el telefónico, el WhatsApp y hasta una plataforma mobile”, explicó Allende Iriarte, de Osde.
La innovación de la tecnología tiene un rol clave en la salud. “Un diagnóstico temprano implica un 70% de probabilidad de supervivencia a cinco años, y un diagnóstico tardío, un 58%. El impacto es muy fuerte, estamos hablando de vidas en el medio”, dice Zuza, quien indica que cuentan con tecnología para realizar diagnósticos tempranos, que pueden discernir entre células enfermas o sanas, en cuestión de horas.
¿Qué desafíos tecnológicos quedan en telemedicina y a qué otros segmentos se expande la tecnología? “Los desafíos siempre son de personas y tecnología, entonces lo que tenemos que hacer las instituciones de salud es ver cómo tendemos ese puente entre esos dos puntos. En particular, en telemedicina estamos trabajando en ampliar el acceso de la salud, sobre todo en Latinoamérica, donde el 30% de la población no tiene acceso a una atención médica de calidad. En ese sentido, intentamos democratizar el acceso a la salud. Además, hoy también trabajamos en poder acelerar los diagnósticos con tecnología que permite hacerlo sin importar dónde esté el paciente o el profesional indicado para atender ese caso”, analizó Santos.
La receta electrónica fue otro de los grandes avances de los últimos años. “Fue un cambio radical: no se utiliza papel, el acceso es 7x24 y tenemos el consenso con todas las líneas de las farmacias para facilitarle al afiliado el proceso. Claramente es un beneficio desde donde uno lo mire, desde el punto de vista ambiental, social y económico”, revela Allende Iriarte, quien reafirma el compromiso de la compañía con respecto a progresar en este punto.
En cuanto a tendencias en salud, el ejecutivo de Becton Dickinson expuso la importancia del diagnóstico oportuno: “Tiene que ver con la certeza, es decir, con la velocidad, pero sin perder precisión. También una tendencia muy fuerte en el mundo es llevar el diagnóstico al paciente, y no el paciente al laboratorio. La descentralización en el acceso en términos de beneficios es muy fuerte en el sistema de salud, pero para esto también necesitamos conectividad”.
El futuro de la salud en cuanto a la tecnología dispara nuevos comportamientos. “Algo que llegó para quedarse es la consumerización de la salud: los pacientes quieren consumir sus datos y eso lo que hace es ayudar a que esté más comprometido con su tratamiento y entenderlo mejor. En definitiva, tiene un impacto positivo que es el de enganchar al paciente”, cerró santos.
Fuente: La Nación
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