La pandemia nos ha dejado muchos aprendizajes como sociedad y, más si cabe, en el sector de la salud. Por eso, ahora que empieza a vislumbrarse un final en el corto-medio plazo, gracias al avance de la vacunación y dado que organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntan a una gradual recuperación económica de aquí al próximo año, es el momento de preguntarse qué decisiones tomar para cuidar de la salud de las personas de la mejor manera posible, con todas las tecnologías y herramientas de las que ya disponemos.
La digitalización, el big data, la inteligencia artificial y la sostenibilidad son y serán las cuatro claves de la salud del futuro. Y no para curar únicamente, sino, sobre todo, para prevenir.
Anticiparse a las necesidades de nuestros pacientes es ahora más fácil que nunca antes, podemos ya realizar seguimientos personalizados que facilitan estas tres herramientas, capaces de controlar las constantes vitales y el estado de salud en un completo proceso de 24/7 durante los 365 días del año.
Hace tan solo un par de años dudábamos de si, como individuos, podíamos dar este paso. La irrupción del Covid-19 ha demostrado que sí: en Sanitas hemos multiplicado por 15 el número diario de videoconsultas, hemos pasado de 300 en 2019 a 5.000 durante el confinamiento. La gran mayoría de los actores del sector sanitario ya no dudan de la utilidad de servicios como la videoconsulta, que ha pasado casi a ser una commodity. Que también la sanidad pública la adopte es fundamental para atender a todos los ciudadanos.
Pero no hemos de ser complacientes, debemos gestionar el presente con un ojo siempre puesto en las tendencias de futuro. En el campo de la medicina, éste es realmente prometedor. Tecnologías como el big data o la inteligencia artificial nos van a permitir seguir dando pasos en la senda de una medicina mucho más personalizada, adaptada a las necesidades de cada paciente.
Además, los ciudadanos cada vez están más informados y concienciados sobre la importancia de la salud y demandarán que aquellos que nos dedicamos a su cuidado no sólo les curemos, sino que les orientemos para mantener su buena salud.
La participación del paciente en una medicina más preventiva va a ser clave sin duda para alcanzar cotas más altas de calidad de vida. Todo esto sin olvidar que la salud es un todo que incluye tres parámetros.
La OMS, con su recomendación de abordar la salud según el concepto holístico One Health (una sola salud), ya ha puesto de relieve que debemos abordar la salud de las personas, para la que tan importante es el cuidado de la salud física como la salud mental y emocional.
Gracias a los avances en medicina digital hemos podido ampliar las coberturas en un aspecto tan prioritario en la actualidad como es el bienestar emocional, tan dañado tras el impacto de la pandemia.
Pero, además, según One Health la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten. No hay salud humana posible sin abordar también la salud del planeta, el mundo animal y el capital natural, por lo que la sostenibilidad es la cuarta clave sin la que no podremos avanzar en salud preventiva. Y también aquí la digitalización se manifiesta como nuestra aliada, puesto que, gracias al uso de herramientas como la videoconsulta, contribuimos a reducir nuestro impacto en el planeta.
Según las mediciones de Carbon Trust para Sanitas, gracias al uso de herramientas digitales se han dejado de emitir a la atmósfera 6.655 toneladas de CO2. La sociedad ha aprendido mucho a lo largo de estos duros meses. Y aquellos que trabajamos en el sistema sanitario hemos de continuar haciéndolo para situar a nuestro sistema de salud donde debe estar, como uno de los mejores de Europa.
Para cumplir este objetivo, la digitalización de los servicios y el compromiso con la salud del planeta, que es la de todos, han de estar en la mente de todos. Tenemos un reto apasionante frente a nosotros, trabajar para contribuir al cuidado de la salud de los ciudadanos que, sin duda, pueden contar con nosotros.
Fuente: Expansión
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