Al calor característico de esta estación, también se suman otros inconvenientes. A días de que finalice el año, qué podemos hacer para evitarlos y cómo enfrentarlos.
La temporada veraniega ya dio sus primeros pasos y a las altas temperaturas de esta época, se le suman algunos inconvenientes típicos de las vacaciones y del tiempo de encuentros al aire libre. Entre los malestares más frecuentes, lideran la lista las intoxicaciones alimentarias (por bebidas o comidas), el dolor de estómago y la rinitis alérgica. Cómo prevenirlos y enfrentarlos.
Las vacaciones son época de viajes a distintos puntos del país y el mundo. En esos traslados, cada viajero experimentará no solo un cambio en las rutinas diarias y alimentarias, sino también modificaciones en el tipo de clima. Es por eso que los expertos apuntan a tres malestares relacionados con estos cambios.
Más allá de la evaluación sobre cada cuadro, existen algunos fármacos que pueden incluirse en el botiquín del viajero que, ante patologías leves, pueden convertirse en la respuesta. De todos modos, siempre es importante consultar con el médico de cabecera, quien conoce en profundidad la realidad clínica de cada individuo. Es más, los profesionales sanitarios son quienes pueden enumerar de mejor forma los medicamentos esenciales y fundamentales para cada persona y destino.
La importancia del botiquín de viaje
El deseo por “cambiar de aire” que se presenta durante las vacaciones de verano puede impulsar dolencias vinculadas con este mismo cambio, ya que la adaptación del organismo a estas modificaciones puede ser el desencadenante. Ante cuadros leves, un botiquín de viajero puede ser la respuesta.
Según indicaron desde la Clínica Mayo, “un botiquín de primeros auxilios bien provisto puede ayudarte a responder eficazmente ante lesiones y emergencias comunes”, al tiempo que recomendaron guardarlo “en un lugar fácil de alcanzar y fuera del alcance de los niños pequeños”. En tanto, desde el laboratorio francés Sanofi indicaron cómo poder conformar “un botiquín bien equipado”.
En tanto, desde el Ministerio de Salud argentino recomendaron: “El botiquín debe guardarse en un lugar fresco, seco, limpio, de fácil acceso y debe ubicarse lejos del alcance de los niños. Los elementos tienen que mantenerse en buen estado, deben controlarse sus fechas de vencimiento y reponerse periódicamente”.
Cuáles son los tres malestares más frecuentes durante el verano
El malestar que lidera el podio de los más comunes durante las vacaciones es la intoxicación por alimentos y bebidas. El primer paso para evitar este cuadro es corroborar que los alimentos se encuentren debidamente cocidos, ya que pueden generarse no solo problemas momentáneos o transitorios, sino patologías graves, tales como el Síndrome Urémico Hemolítico.
Asimismo, la intoxicación alimentaria -también denominada “enfermedad transmitida por los alimentos” (ETA)- puede ser provocada por comer comidas contaminadas Las causas más frecuentes en estos casos son los organismos infecciosos —entre ellos, bacterias, virus y parásitos— o sus toxinas.
De todas maneras, sin llegar a cuadros graves, “consumir alimentos que no están debidamente cocidos o que no forman parte de la dieta habitual, así como beber agua de la canilla puede provocar desbalances en la flora intestinal que alteran el buen funcionamiento del intestino y desencadenan en diarrea o vómito”, advirtieron desde la institución gala.
Para remediar esta situación, es importante incluir en el botiquín un medicamento que tenga la capacidad de restaurar el equilibrio de la flora intestinal, como pueden ser “las suspensiones de esporas de Bacillus clausii, una especie de bacteria probiótica”. El paso siguiente es realizar dieta: “Una alimentación blanda y buena hidratación oral será un tratamiento efectivo”.
A veces, el dolor estomacal suele estar acompaño por retorcijones. Aunque suene reiterativo, es de suma importancia evaluar cuán grave es el cuadro. En los casos leves, el síntoma puede ser aliviado “con un antiespasmódico abdominal, por lo que será importante añadir este recurso al botiquín de viaje”.
Más allá del botiquín, también resulta fundamental llevar adelante hábitos saludables que eviten estas molestias. Por caso, una alimentación sana y rica en frutas, verduras y fibras, puede ser una medida de prevención importante que, por supuesto, debe complementarse con ejercicio físico. Todas estas costumbres y actividades diarias repercuten en el estómago y en todos los órganos.
El podio de estos malestares lo completa la rinitis alérgica. Este inconveniente se puede generar, por ejemplo, cuando se viaja a un destino con clima diferente al que estamos habituados. También, surge, en algunas personas, con los cambios bruscos de temperatura.
Anteriormente, la doctora Stella Maris Cuevas le había explicado a Infobae: “La rinitis alérgica es una reacción de hipersensibilidad inmediata en la que, ante la presencia de alérgenos (sustancias extrañas) los mastocitos, células del sistema inmunológico, liberan mediadores inflamatorios que precipitan la aparición de picor, estornudos y secreción nasal .Esta respuesta ocurre a los pocos minutos luego de la exposición al alérgeno y se llama reacción temprana”.
“Para atender esta molestia se deberá incluir en el botiquín un medicamento antihistamínico de venta libre utilizado en el tratamiento de los síntomas de la alergia y seguir las indicaciones del fabricante”, señalaron desde el laboratorio Sanofi. Y aclararon: “En el caso de que los síntomas persistan, el siguiente paso será acudir a urgencias o ponerse en contacto con su servicio médico para atender la situación”.
Cómo armar el botiquín para las vacaciones
La mejor estrategia siempre es consultar con el médico de cabecera. Él será quien arme la lista, dependiendo de las condiciones preexistentes de cada integrante del grupo familiar, como así también al evaluar el destino al cual se trasladarán los viajeros. De todos modos, algunos de los artículos que deberían incluirse son:
- Agua oxigenada o alcohol, un antiséptico, vendas o gasas y esparadrapo (cinta adhesiva).
- Antiinflamatorios y analgésicos (en pastillas y, para los golpes, en forma de crema o gel)
- Termómetro.
- Antidiarreicos.
- Protector solar de factor 30 o superior que proteja frente a las radiaciones UVA, UVB e IR-A.
- Repelente de insectos.
- Tiritas o apósitos
- En caso de alergia, antihistamínicos y corticoides recetados por su médico.
- Medicación habitual, si se padece diabetes, asma o hipotiroidismo, es muy importante llevar las dosis suficientes para cubrir las necesidades durante todo el viaje.
“Es un hecho que durante las temporadas de vacaciones las salas de urgencias reciben más pacientes”, resaltó el director de Asuntos Médicos de dicha institución, Heacleff Gutierrez Arismendy. Asimismo, advirtió que “hay un porcentaje de casos que pueden ser atendidos por el paciente en compañía de su núcleo cercano, por eso es importante que las personas conozcan cuáles son las herramientas más efectivas para sanar sus malestares, y que se equipen con lo necesario para disfrutar de sus viajes”.
Fuente: Infobae
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