En la tercera edad las visitas a la consulta médica son cada vez más frecuentes. Esto se debe a que con el paso de los años somos más propensos a padecer distintas enfermedades, y por eso es necesario mantener un chequeo médico al día.
Para estos casos, la telemedicina es una buena herramienta de asistencia médica remota, donde eres atendido desde cualquier lugar, aunque te encuentres en la ciudad, en la playa, en el campo o incluso en el extranjero.
Descubre cómo funciona y qué problemas puedes resolver en una teleconsulta.
Diferencias con la atención presencial
Acudir a una consulta médica de forma presencial para las personas mayores puede presentar muchos desafíos que en una atención remota no hay, como:
- Movilidad: ir a la clínica puede ser una barrera para las personas dependientes severas o con movilidad reducida. Muchos en esta condición sienten dolor en los traslados. La telemedicina, proporciona la comodidad de estar en casa, sin necesidad de desplazamiento, ni cambios de temperatura.
- Medio de transporte: puede haber problemas para encontrar uno si la persona ya no conduce o tiene temor o dificultad al usar transporte público. Además, hay quienes no saben ocupar plataformas digitales para contratar servicios privados. Por lo que, la telemedicina es un ambiente seguro si hay temor de salir por alguna patología física o mental.
- Sala de espera: la demora en ese sector puede resultar desafiante si tienen deterioro cognitivo (agitación) o incontinencia (a veces no acuden al llamado porque están en el baño o interrumpen la consulta). En una teleconsulta, el paciente se conecta el día y a la hora que está reservada su atención.
- Profesionales especializados: la poca disponibilidad de Geriatras en regiones, a nivel nacional, es un factor que también se destaca. Con la Telemedicina, la persona mayor se puede atender con el especialista que desee.
Tipos de atención
Esta modalidad funciona muy bien para algunas consultas que se realizan frecuentemente a esta edad, tales como:
- Revisión de exámenes, se pueden explicar con calma las alteraciones y su significado durante la videollamada.
- Ajuste de la mayoría de medicamentos.
- Aclarar cualquier tipo de dudas que no requieran examen físico.
- Pacientes con demencia severa, u otra situación donde no esté en condiciones de aportar información sobre su estado de salud, y lo relevante sea el diálogo con el cuidador.
- Cuando el cuidador o familiar deseen información sobre cómo cuidar mejor al paciente u otra instancia en que no sea imprescindible la presencia física del paciente.
Recomendaciones para una buena atención
Si eres de la tercera edad o estás al cuidado de una persona mayor y no sabes cómo prepararte para la hora de telemedicina, te recomendamos que sigas estos consejos para tener una atención exitosa:
- Ten claras las dudas sobre los problemas de salud a tratar para que la atención sea fluida.
- Asegúrate de tener una buena conexión, audio e imagen.
- Busca ayuda en caso de no saber usar las plataformas digitales o pérdida de audición.
- Puedes estar acompañado sin el problema de restricciones en la consulta. Algunos familiares pueden estar presentes desde otros lugares en forma sincrónica. Sobre todo si hay deterioro cognitivo, para asegurar el adecuado cumplimiento de las indicaciones.
- Puedes adjuntar los exámenes con anticipación en la plataforma, para que el médico pueda evaluarlos con calma antes o después de la consulta.
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