Hace muy poco tuve el honor de haber sido invitado como parte del presídium del Foro Legislativo “La Salud Digital en México: El uso de las tecnologías de la información en la gestión de la Receta Médica Electrónica” en la Cámara de Diputados. En dicho evento estuvimos presentes representantes de organismos y asociaciones que pudimos presentar nuestra visión de la importancia de abrir los espacios al uso de las llamadas tecnologías de la infomación y comunicación (TIC) para impulsar el desarrollo de la salud digital en México.
Y eso me lleva a escribir estas líneas. La salud digital ya está aquí, a nuestra disposición, y lo que nos toca es pedir se legisle, norme y protocolice para que todos los que formamos parte de los ecosistemas de salud pública y privada en este país estemos en condiciones de participar de forma eficiente, pero sobre todo responsable.
Hoy la tecnología nos permite tener sistemas hechos a medida, flexibles pero estructurados para mantener la información integrada en la nube, de manera que esta este disponible donde sea que la necesitemos, siempre que tengamos acceso a internet y a la arquitectura de sistemas que nos permitan discriminar quien, cuando y como se puede acceder a esta información.
La receta médica electrónica deberá de apegarse a los establecido actualmente, como mínimo, a la información detallada en el Reglamento de Insumos para la Salud; pero esto puede convertirse en una herramienta mucho más potente ya que en un código QR puede incluirse tanto como varios miles de campos de información y llevar a este documento a ser uno de los brazos de la interconectividad en los sistemas, ya que puede incluir información del médico prescriptor, de sus especialidad, de la patología, medicamentos prescritos, de la posología (dosis, frecuencia, duración de un tratamiento), del lote, caducidad y fecha de dispensación.
Y justo de la cantidad de información que la receta médica electrónica puede contener se desprende una de las razones para legislar y normar asegurando la protección de datos sensibles de pacientes y médicos; adicionalmente a la forma en la que se debe de resguardar, clasificar y, en caso conveniente reportar la información para la trazabilidad de los medicamentos dispensados.
La trazabilidad dará certeza en muchos sentidos: minimizará el riesgo de que falsificaciones sean vendidas a hospitales y/o personas, asegurará la gestión de las caducidades de los bienes terapéuticos que se utilicen, y podría reducir el tráfico de medicamentos robados que son reingresados al mercado sin cuidado en las condiciones de manejo (por ejemplo, la cadena de frio), recordemos que la estabilidad de los medicamentos es determinante para garantizar su eficacia y seguridad.
En México todos los medicamentos con registros sanitarios de fracciones I a IV deben de ser dispensados mediante la presentación de una receta médica, los de fracción I y II como pueden ser los psicotrópicos requieren inclusive de un recetario autorizado que actualmente requiere de un código de barras al que solo tienen acceso ciertas especialidades médicas; este tipo de requisitos pueden ser integrados en el sistema de dispensación de recetas como hoy en día se integran cadenas de los archivos xml a la facturación.
Y si a ello sumamos que la información de la receta médica electrónica se incluya el lote del producto dispensado se puede establecer a esta como una herramienta para la farmacovigilancia dando aún más información de la que actualmente se obtiene en los procesos estandarizados en la Norma Oficial Mexicana aplicable.
Sí llevamos esta información a ámbitos como la logística, la información de la receta medica electrónica, ligada a los niveles de inventario permitirá identificar ciclos de producción, distribución, patrones de uso y tiempo en el que los medicamentos son utilizados, maximizando la vida útil establecida en la caducidad.
En fin, esta es apenas una de las herramientas, pero es muy relevante que junto con otras ya hay avances legislativos. A finales de febrero de este año se discutió la iniciativa para llevar a esta figura a la Ley General de Salud, discusión que llevo a la aprobación de la iniciativa en un dictamen de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados, a esta buena noticia le falta que la iniciativa se lleve a discusión en el Pleno de dicha Cámara; y en caso de ser aprobada sea turnada a la Cámara de Senadores para su discusión y potencial aprobación. Tras lo cual se enviará al Ejecutivo para su consideración y publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Otras herramientas de la salud Digital como el Expediente Médico Electrónico y la Teleconsulta aún requieren de trabajo tanto a nivel legislativo como ejecutivo para que sean convertidas en realidades que favorezcan al sistema nacional de salud.
Hoy cierro con una frase que se atribuye a Dean Kamen: “De vez en cuando, una nueva tecnología, un antiguo problema y una gran idea se convierten en una innovación.”
Fuente: El Economista MX
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