viernes, 23 de agosto de 2024

Macrodatos y lactancia materna: subsanar la falta de datos para obtener mejores resultados de salud


Durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el OIEA está pidiendo que más países faciliten información para incorporarla a una base de datos única. La Base de Datos del OIEA sobre la Ingesta de Leche Materna recopila información generada mediante una técnica nuclear que permite medir con exactitud la cantidad de leche materna ingerida y determinar de forma objetiva si la lactancia materna está siendo exclusiva. Para poder sacar el máximo partido posible a la base de datos, se necesitan más datos fiables, en particular de los países de ingresos altos. 

La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra la primera semana de agosto, es una iniciativa dedicada a proteger, promover y apoyar la lactancia materna en los diferentes niveles de la sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud, alimentar a un bebé mediante lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida lo protege de infecciones y de la mortalidad infantil asociada a ellas.

La Base de Datos sobre la Ingesta de Leche Materna del OIEA es un repositorio de datos al que han contribuido por el momento 34 países. Estos datos se obtienen mediante la técnica de la dosis de óxido de deuterio a la madre (DTM), un método que ofrece información sobre la cantidad de leche materna que consumen los lactantes y que también permite determinar si los lactantes de menos de seis meses se alimentan exclusivamente de leche materna.

Sin embargo, la escasez de datos, especialmente de los países de ingresos altos, está impidiendo a los investigadores comprender a fondo las disparidades en las prácticas de lactancia materna a escala mundial. Se necesitan conjuntos de datos más amplios para ayudar a subsanar esta deficiencia y proporcionar una base sobre la cual formular políticas que contribuyan a mejorar las prácticas de lactancia materna en todo el mundo.

“Hasta ahora solo hay publicados datos de unos cuantos países. Para extraer conclusiones más firmes que puedan ayudar en la política y en la práctica, necesitamos más datos —afirma Victor Ochieng Owino, especialista en nutrición del OIEA—. La información de la que disponemos procede principalmente del Sur Global, por lo que, de cara al futuro, sería importante ver también datos del Norte Global”.

El OIEA ayuda a los países a utilizar una técnica de isótopos estables —es decir, no radiactivos— para medir la ingesta de leche materna y determinar si el lactante está siendo amamantado de manera exclusiva. Esta técnica no invasiva (DTM) es más exacta a la hora de estimar si la lactancia materna está siendo exclusiva en comparación con el método más utilizado, consistente en recopilar la información que proporcionan las propias madres sobre el tipo de alimentos y líquidos que dan a sus hijos. La técnica DTM rastrea el movimiento de deuterio, un isótopo estable natural del hidrógeno, de la madre al bebé a través de la leche materna durante la lactancia. El OIEA anima a los países a que utilicen esta técnica para registrar los avances hacia el logro de los objetivos relacionados con la lactancia materna exclusiva. Sin embargo, hasta la fecha no son muchos los países de ingresos altos que se han servido de este método para medir la ingesta de leche materna y determinar la exclusividad de la lactancia materna.

“Creamos la Base de Datos sobre la Ingesta de Leche Materna con el objetivo de tener un repositorio mundial de datos DTM único que se pudiera ir ampliando. En general, los resultados de los diferentes estudios sobre la ingesta de leche materna son difíciles de generalizar debido al pequeño tamaño de sus muestras. Nuestro objetivo es reunir estos estudios en un único lugar para promover la realización de análisis innovadores de los datos que nos ayuden a comprender mejor la práctica de la lactancia materna y sus determinantes. Esto permitirá diseñar intervenciones más eficaces para promover la lactancia materna”, explica Cornelia Loechl, Jefa de la Sección de Estudios de la Nutrición y del Medio Ambiente relacionados con la Salud en el OIEA.

Países de todo el mundo están utilizando los datos obtenidos mediante la técnica DTM para elaborar políticas de salud pública. En un estudio reciente se utilizó esta técnica para determinar si las actividades promocionales tenían un impacto en la tasa de lactancia materna exclusiva. En un estudio colaborativo realizado en Mauritania por el Ministerio de Salud, el OIEA y UNICEF se observó que la tasa de lactancia materna exclusiva en las zonas en las que se habían llevado a cabo campañas de sensibilización casi se había duplicado en comparación con las zonas en las que todavía no había habido una labor promocional.

En un estudio realizado en Sudáfrica, donde las tasas de lactancia materna exclusiva eran históricamente muy bajas, se descubrió mediante la técnica DTM que los programas de mentoría y asesoramiento mejoraban significativamente las tasas de lactancia materna exclusiva.

Este método nuclear también ha permitido llevar a cabo estudios pioneros en los que se analiza la relación entre la seguridad alimentaria y la producción de leche materna. En un proyecto de investigación realizado con apoyo del OIEA en la zona occidental de Kenya se observó que la inseguridad alimentaria se relaciona con una menor ingesta de leche materna, lo cual podría deberse a deficiencias nutricionales en la dieta de la madre. Hasta este estudio no se había utilizado una medida objetiva de la lactancia materna exclusiva ni de la cantidad de leche materna ingerida para evaluar los efectos de la inseguridad alimentaria en la lactancia materna.

La Base de Datos del OIEA sobre la Ingesta de Leche Materna se puso en marcha en 2022 y actualmente contiene información de estudios ya realizados a escala mundial en los que se utilizó la técnica DTM en diferentes contextos. Aunque todavía está en fase de desarrollo, esta base de datos permitirá a los investigadores examinar las relaciones existentes entre las prácticas de lactancia y los principales factores relacionados con ellas, como puede ser el nivel socioeconómico en las diferentes partes del mundo.

Un ejemplo de ello es el estudio realizado recientemente en el que se utilizó la base de datos para analizar por primera vez si existía una correlación entre la educación materna y la ingesta de leche materna por el lactante. Del estudio se desprende que no había diferencias significativas en la ingesta de leche materna en función del nivel educativo de la madre. Aunque en este análisis no se pudo establecer una relación concluyente entre la lactancia materna y la educación de la madre, las comparaciones basadas el índice de desarrollo humano (IDH) de los países mostraron que en entornos con un IDH más bajo se tiende a una mayor ingesta de leche materna, lo que apunta una vez más a la necesidad de obtener más datos que permitan evaluar de forma objetiva las prácticas de lactancia materna en contextos con ingresos más altos. Para extraer resultados más concluyentes es necesario disponer de más datos a escala mundial procedentes de diversos contextos. Como medida práctica para proteger la supervivencia y la salud de los bebés y las mujeres, la lactancia materna es una parte central de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y guarda relación con muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La lactancia materna tiene una función importante para prevenir la malnutrición y proteger a los lactantes contra infecciones, por lo que reduce la mortalidad. Los niños que son amamantados también podrían tener menor riesgo de sobrepeso u obesidad, lo que contribuye a los objetivos en materia de nutrición. Además, las mujeres que amamantan tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer y diabetes de tipo II, por lo que la lactancia materna se traduce en una mejora de la salud de las madres. La práctica de lactancia materna promueve la igualdad de género en la medida en que obliga a abordar cuestiones relacionadas con los derechos laborales y el espaciamiento de los nacimientos.

Para subsanar la falta de datos y proporcionar una base sobre la cual adoptar medidas encaminadas a mejorar la lactancia materna y la salud de las generaciones venideras, es fundamental obtener más datos, tanto de países de ingresos altos como de países de ingresos bajos.



Fuente: Organismos Internacional de Energía Atómica 

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