jueves, 12 de septiembre de 2024

Doctor inteligencia artificial: la IA llega a tu médico, pero ¿estás preparado para ello?

"La IA podrá actuar como un filtro previo o posterior, una ayuda, un acompañamiento o un complemento, pero no estoy seguro de que vayamos a verlo como el protagonista absoluto en sustitución del médico, porque no creo que sea un escenario que, como sociedad, queramos".


La revolución de la inteligencia artificial está transformando rápidamente el campo de la medicina, ofreciendo nuevas posibilidades que hasta hace poco parecían ciencia ficción. Sin embargo, esto también pone sobre la mesa varias preguntas sobre la preparación de las propias personas para acoger esta tecnología en un ámbito tan sensible como la salud.

Lo cierto es que un informe de CB Insights revela que el 86% de las organizaciones proveedoras de asistencia médica ya están utilizando alguna forma de IA. 

Esto no es sorprendente, dado que esta ofrece ventajas como un seguimiento continuo y en tiempo real de la salud de los pacientes, especialmente útil para enfermedades crónicas o el análisis de imágenes médicas, con una precisión que a veces supera la de los profesionales humanos.

Para 2025, se espera que los sistemas de IA den un salto cualitativo, incorporando avatares digitales capaces de interactuar directamente con los pacientes. Estos asistentes virtuales podrían responder a preguntas específicas de los pacientes, ayudar en la gestión de la salud poblacional y ofrecer un primer nivel de atención médica personalizada.

“Hay consenso en que la IA puede ayudar de forma significativa a la hora de analizar grandes conjuntos de datos, que son esenciales en medicina, y extraer de ellos información muy valiosa para tratar a los pacientes o avanzar en investigación”, nos comenta en una entrevista para Computer Hoy Alberto Pascual, Director Ejecutivo de Ingram Micro Iberia.

Un ejemplo de cómo se aplica la en el cuidado de la salud es el proyecto Pleisar, desarrollado por un equipo de la Universidad de las Islas Baleares (UIB). Este proyecto se CENTRA en la creación de robots e IA diseñados para asistir a personas mayores en su día a día. 

Ahora bien, toda esta revolución tecnológica pone sobre la mesa algunas preguntas. ¿Estamos realmente preparados para dejar nuestra salud en manos de máquinas? Una cosa es que Siri te diga el tiempo que va a hacer mañana, y otra muy distinta que un robot te diagnostique una enfermedad.


Inteligencia artificial en medicina: ¿Estamos listos para el futuro? Quizá no

Lo cierto es que la IA en medicina tiene un potencial enorme. Podría ayudarte a detectar enfermedades más rápido, a personalizar tratamientos e incluso a gestionar mejor los recursos de los hospitales. Pero, como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras.

Por un lado, la precisión y eficiencia de la inteligencia artificial pueden ser increíbles. Imagina una máquina capaz de analizar miles de radiografías en minutos, detectando cosas que al ojo humano podrían pasarle desapercibidas.

Pero, por otro lado, surgen dudas. ¿Qué pasa con la privacidad de los datos médicos? ¿Quién se hace responsable si una IA comete un error en el diagnóstico? Y quizás lo más importante, ¿se perderá ese toque humano tan necesario en la atención médica?

Primero, está el tema de la privacidad. Imagínate que toda tu historia médica, desde aquella vez que te rompiste el brazo jugando al fútbol hasta tus alergias, está en manos de una IA. ¿Te sientes cómodo con eso? Muchos no lo están. 

Luego está el tema de la confianza. Una cosa es confiar en tu doctor de siempre, que lleva tratándote desde años, y otra muy distinta es confiar en esta tecnología. ¿Cómo le explicas a alguien de avanzada edad este cambio que se prevé que no tarde en llegar? No es fácil, y mucha gente se siente incómoda con la idea.

Tal y como nos explica el experto, no cabe duda de que “el papel del médico sigue siendo esencial, ya que la IA se convierte simplemente en una herramienta a su servicio para trabajar con más información, que es capital en medicina para poder afinar en diagnosis y tratamientos”.

“No puede ser un sustituto de su labor y no sería deseable que lo fuera en el futuro. Tampoco tiene sentido pensar que pueda serlo, porque las tecnologías están pensadas para potenciar las capacidades humanas y mejorar nuestras aptitudes, y ya vemos cómo, en muchos casos, la sustitución en realidad no trae mejoras significativas, sino todo lo contrario”, añade.

“A medida que la IA siga avanzando y ofreciendo mejores capacidades, el sector sabrá acomodarlas donde aporten más valor, siempre en consonancia con su naturaleza. Y eso incluye proteger la relación entre el médico y el paciente, que es esencial para que la sanidad funcione. La automatización absoluta se restringirá a aquellos ámbitos en los que aporte más valor que lo que tenemos ahora”, comenta.

“La IA podrá actuar como un filtro previo o posterior, una ayuda, un acompañamiento o un complemento, pero no estoy seguro de que vayamos a verlo como el protagonista absoluto en sustitución del médico, porque no creo que sea un escenario que, como sociedad, queramos”, finaliza.



Fuente: Computer Hoy

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